AL QAEDA

EEUU: amenaza de atentados es un alegato en favor de NSA, según sus defensores

La amenaza de atentados que llevó a Estados Unidos a cerrar varias embajadas ilustra la utilidad de los programas de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), aseguran sus defensores, aunque sus detractores se interrogan sobre el alcance otorgado a una amenaza que sigue siendo vaga.

Oficinas de la NSA

Legisladores demócratas y republicanos se sucedieron este fin de semana en las cadenas de televisión para justificar la decisión de mantener cerradas hasta el próximo sábado 19 sedes diplomáticas en Medio Oriente y Africa, así como recordar el papel de la poderosa NSA, agencia encargada del espionaje electrónico.

La decisión de cerrar las legaciones diplomáticas fue tomada tras la interceptación de comunicaciones entre dirigentes de Al Qaida, admitieron.

La amenaza «es muy creíble y se apoya en trabajo de inteligencia», justificó Dutch Ruppersberger, principal legislador demócrata en la comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes. «Es eso lo que hace la NSA, cuya única razón de ser es recoger información para proteger a los estadounidenses en contra de atentados».

Un alegato bienvenido por un organismo que se encuentra bajo el fuego de las críticas a causa de su intrusión en la vida privada y su violación de los derechos individuales a raíz de sus programas de vigilancia de las comunicaciones y de internet reveladas por el prófugo exconsultor Edward Snowden, asilado en Rusia.

En particular dos programas son objeto de severas críticas: el programa Prism de vigilancia de internet y, sobre todo, la recolección de metadatos telefónicos (duración de la llamada, número requerido) entregados por las compañías telefónicas estadounidenses.

El vicepresidente Joe Biden presentó las amenazas detectadas a varios legisladores y, para el senador republicano Lindsay Graham, «esto da miedo. Al Qaida recupera su ascenso en esta parte del mundo y el programa de la NSA demuestra nuevamente su valor».

«Estos programas son controvertidos, se comprende», admitió su colega republicano Saxby Chambliss. Pero según él, «si no tenemos estos programas, no podríamos escuchar a nuestros enemigos. Y diría que es el programa 702 (el llamado Prism) el que nos ha permitido interceptar esos elementos», detalló a la cadena NBC.

El número dos de la NSA, John Inglis, reveló la semana pasada que esos programas habían contribuido a desbaratar 54 atentados: 13 en Estados Unidos, 25 en Europa, cinco en Africa y 11 en Asia.

No había otra opción

La última alerta muestra nuevamente que la NSA y las demás agencias de inteligencia son «sumamente buenas». Son capaces de escuchar lo que se dice e impedir numerosos atentados terroristas», estimó el senador demócrata Charles Schumer.

«Dicho esto, siempre es necesario un equilibrio entre seguridad y libertades. Y siempre estamos a tiempo de reexaminar esto», matizó.

El carácter ambiguo de la amenaza –bastante precisa como para implicar una advertencia pública pero geográficamente vaga, ya que los cierres de sedes diplomáticas ha tenido lugar en una zona geográfica muy amplia– deja perplejos, sin embargo, a algunos.

Adam Schiff, un demócrata de la comisión de Inteligencia de la Cámara baja, es escéptico respecto de los programas de la discordia. «Si repara en el programa de recolección de metadatos, no hay indicios de que ese programa (…) haya contribuido a obtener información sobre la amenaza actual», opinó.

Pensar, no obstante, en una operación de distracción o en una cortina de humo tras las dificultades de la NSA irrita al republicano Peter King, para quien «es absolutamente disparatado decir que hay un complot (…). He visto la información. El gobierno hubiera sido totalmente negligente si no hubiera tomado las decisiones que ha tomado».

El recuerdo de las críticas al gobierno tras el ataque contra el consulado estadounidense en Bengasi, Libia, en setiembre de 2012, en el cual murieron cuatro estadounidenses, incluido el embajador, sigue presente, dijo a CNN Phil Mudd, exagente de la CIA y del FBI, y hoy en el centro de reflexión New America Foundation.

La administración no tenía opción: «se alerta a la gente sabiendo que (la amenaza) es muy vaga. Pero si no lo hace y pasa algo, se le reprochará haber tenido la información y no haber dicho nada», afirma. AFP

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje