NARCOTRÁFICO

Capturan a alias Z-40, el líder del temido cártel mexicano Los Zetas

Miguel Ángel Treviño, alias "Z-40", considerado el sanguinario líder del cártel mexicano Los Zetas, fue capturado la madrugada del lunes en un operativo militar cerca de la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo (noreste), el principal golpe contra el narcotráfico del actual gobierno de Enrique Peña Nieto.

Miguel Ángel Trevino Morales / AFP

«Esta madrugada fue detenido por elementos de la Armada de México Miguel Ángel Treviño Morales, de 40 años (…) Está acusado de delincuencia organizada, homicidios, delitos contra la salud, tortura, lavado de dinero», así como de matanzas contra migrantes, enumeró Eduardo Sánchez, vocero del gabinete de seguridad del gobierno, a periodistas.

Treviño se convirtió en el máximo jefe de Los Zetas, el cártel más violento del país al que se han atribuido también matanzas en Centroamérica, tras ser abatido el capo Heriberto Lazcano el pasado octubre, pocas semanas antes del final del mandato de Felipe Calderón (2006-2012), cuya presidencia estuvo marcada por la violencia de su lucha frontal contra el narcotráfico.

La Marina Armada de México, que venía siguiendo desde hace meses a Treviño, desplegó un operativo con personal terrestre y un helicóptero en una zona a unos 27 kilómetros al suroeste de Nuevo Laredo, limítrofe con Laredo (Texas), donde lograron ubicar al narcotraficante, explicó Sánchez.

Sin que se realizara ningún disparo, Treviño fue detenido con otros dos hombres cuando se desplazaban en una camioneta por un camino de tierra. Se les decomisaron «dos millones de dólares que llevaban consigo en la camioneta, así como 8 armas largas», detalló el portavoz.

Se cree que los otros dos hombres capturados eran un operador financiero de Los Zetas y un escolta de Treviño, afirmó.

Nuevo Laredo pertenece al estado de Tamaulipas, uno de los feudos de Los Zetas y donde fueron acusados de cometer en agosto de 2010 una de los peores masacres del narcotráfico mexicano: el asesinato a sangre fría de 72 migrantes de Centro y Sudamérica que fueron encontrados en un rancho del municipio de San Fernando.

Sánchez afirmó que se señala a Treviño como el jefe de Los Zetas que dio la orden de esta matanza así como del asesinato de otras 193 personas que también fueron secuestradas cuando se desplazaban en autobuses a la frontera con Estados Unidos, cuyos cuerpos aparecieron enterrados en fosas clandestinas en San Fernando en 2011.

El capo «más sanguinario» de México

Treviño asumió el liderazgo de Los Zetas después del abatimiento también por elementos de la Marina de Heriberto Lazcano, alias «El Lazca», cuyo cadáver fue robado horas después por hombres armados de una funeraria.

El Departamento de Estado estadounidense había ofrecido cinco millones de dólares y el gobierno de México 30 millones de pesos (USD 2,3 millones) por información que llevara a la captura de Treviño.

Este lunes, el vocero Sánchez no confirmó si existe solicitud de extradición por parte de Estados Unidos.

Esta detención es la más importante de la presidencia de Peña Nieto (Partido Revolucionario Institucional, PRI), quien se ha comprometido a reducir la violencia que caracterizó el mandato de Felipe Calderón (Partido Acción Nacional, PAN) a raíz del operativo militar que lanzó en diciembre de 2006 para frenar a los cárteles.

El gobierno de Calderón logró capturar o abatir a dos docenas de los 37 capos más buscados pero la violencia atribuida al crimen organizado se cobró más de 70.000 vidas durante su mandato.

Los Zetas fueron fundados a finales de la década de 1990 por miembros de un grupo de élite del Ejército mexicano que desertaron para formar una guardia personal del entonces líder del cártel del Golfo Osiel Cárdenas Guillén, detenido en 2003 y extraditado a Estados Unidos.

A diferencia de muchos de sus compañeros exmilitares como Lazcano, el «Z-40″ se inició en el narcotráfico en las filas del Cártel del Golfo, con el que llegó a ser «jefe de plaza» en Nuevo Laredo hacia 2006.

Treviño, a quien el Departamento de Estado tildó de tal vez el criminal «más sanguinario y desalmado de México», obraba con la misma violencia extrema contra sus víctimas que caracterizó a Los Zetas, con prácticas como deshacerse de sus enemigos metiéndolos en contenedores y prendiéndoles fuego, lo que se conoció como «guisar».

En 2007 fue enviado a Veracruz (este) y comenzó a tejer junto a Lazcano la ruptura de relaciones con el Cártel del Golfo, que se gestó hacia 2010.

En los últimos años, Los Zetas han tratado también de hacerse fuertes en la región centroamericana para controlar esta zona clave para el tráfico de cocaína desde Sudamérica. En Guatemala fueron acusados de la matanza de 27 campesinos en mayo de 2011 en el departamento de Petén, fronterizo con México. AFP

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