SIRIA

La suerte de los niños centra la visita a Siria de experta en derechos humanos

La representante especial de la ONU para Niños y Conflictos Armados, Leila Zerrougui, llegó el lunes a Siria, al día siguiente de bombardeos de una extrema violencia que dejaron 29 muertos, incluidos seis niños, en la región de Idleb (noroeste).

Leila Zerrougui / Experta legal en derechos humanos

Esta provincia fronteriza con Turquía fue de nuevo objetivo de los bombardeos aéreos que dejaron el lunes siete muertos, incluidos dos niños.

Leila Zerrougui tiene previsto pasar tres días en Siria, donde han muerto más de 100.000 persona desde el inicio, en marzo de 2011, de una revuelta popular convertida en insurrección armada ante la represión llevada a cabo por el régimen de Bashar al Asad.

Zerrougui debe reunirse con miembros del gobierno, representantes de Naciones Unidas y ONG, en el marco de una gira que la llevará a Jordania, Irak, Turquía y Líbano, para evaluar el desamparo de los niños sirios afectados por el conflicto.

Los combates y los bombardeos le han costado la vida a entre 10.000 y 15.000 niños desde el inicio de la violencia, según un responsable de la Cadena de la Esperanza, una ONG especializada en el cuidado de los niños necesitados.

En junio, la oficina de Zerrougui anunció haber recibido «informes verificados sobre el hecho de que niños sirios murieron o resultaron heridos en bombardeos ciegos, de que son objetivo de francotiradores emboscados, o son usados como escudos humanos».

El informe denunciaba también el hecho de que grupos armados recurren a niños de 10 años como combatientes o para cargar pesos, y aseguraba que el régimen de Damasco era culpable de abusos sexuales a jóvenes chicos para obtener informaciones y sacarles una confesión forzada.

Bombardeos muy violentos

El lunes, otros dos niños de dos y cuatro años murieron en bombardeos aéreos en la localidad de Tall Mardikh, en la región de Idleb (noroeste), que dejaron en total siete muertos, incluidas dos mujeres, según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

La víspera, al final del día, seis niños murieron en bombardeos de una extrema violencia en la misma región, que dejaron en total al menos 29 muertos, informó la misma fuente.

En esta región en gran parte en manos de los rebeldes, el pueblo de Maghara ha sido el más afectado, con 13 personas muertas, según el OSDH, que se basa en una amplia red de militantes, de médicos y de militares en todo el país.

Estos bombardeos ocurrieron justo antes del iftar, que marca la ruptura del ayuno durante el ramadán.

Unos vídeos del ataque de Maghara, colgado en internet por militantes, muestran imágenes de destrucción y de muertos. Un militante denuncia «una masacre», mientras que habitantes tratan de rescatar a familiares de entre los escombros.

En Damasco, tres civiles y 15 rebeldes murieron el domingo en la ofensiva del ejército en Qabun, un barrio del este de la capital, donde cientos de familias estaban bloqueadas por la operación militar, según el OSDH.

«El ejército subrayó que las operaciones en Qabun abren la vía a la limpieza del barrio de hombres armados que han perdido en su mayoría sus posiciones», afirma el diario sirio al Watan, cercano al régimen, en alusión a los rebeldes.

En un comunicado, la Coalición de la oposición siria llamó a la ONU y a la Liga Árabe a actuar para permitir «la apertura de corredores humanitarios para evacuar a mujeres, niños y heridos de Qabun».

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