CONMOCIÓN

Londres habría «espiado» a delegados del G20, según revelaciones de Snowden

Las revelaciones del exconsultor de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA) Edward Snowden según las cuales el Reino Unido habría espiado a delegados del G20 durante las cumbres de abril y septiembre de 2009, publicadas el lunes por el diario The Guardian, pusieron en aprietos a las autoridades británicas.

Snowden ern la portada de The Guardian

Entre los funcionarios afectados por estas prácticas se encontrarían delegados de Turquía y Sudáfrica, comunicó el diario.

La reacción más fuerte fue la de Turquía. El encargado de negocios de la embajada de Gran Bretaña en Ankara fue convocado de inmediato, en ausencia del embajador, al ministerio turco de Relaciones Exteriores para dar explicaciones sobre las informaciones del diario The Guardian.

Las autoridades le transmitieron su «preocupación» e indicaron que esperan «una explicación oficial y satisfactoria» de las autoridades británicas.

«Si estas informaciones son fundadas, un acto semejante de parte de un país aliado es inaceptable», había señalado anteriormente el ministerio turco de Exteriores.

El diario informó también de que la agencia de servicios secretos británicos Government Communications Headquarters (GCHQ) recibió informes de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA) sobre los intentos de esta última de escuchar una llamada a Moscú por satélite del entonces presidente ruso, Dmitri Medvedev.

Alexei Kvasov, consejero ruso en la cumbre del G8 del lunes y el martes en Lough Erne, en Irlanda del Norte, respondió así a los periodistas que le preguntaban si está preocupado por las revelaciones de Edward Snowden: «No, no en el contexto de los preparativos del G8, pero como país que toma medidas para proteger sus propias informaciones, entonces sí estamos preocupados».

Sudáfrica por su parte pidió a Reino Unido «una investigación completa con vistas a tomar medidas fuertes y visibles en contra de los autores» de estos hechos.

Edward Snowden, de 29 años, exagente de la CIA, ex analista de de la agencia nacional (estadounidense) de vigilancia NSA (National Security Agency) y hoy «topo» del Guardian, rechazó por otra parte la acusación según la cual es un espía chino y añadió: «La verdad llega y no podrá ser detenida». También prometió mayores detalles sobre la forma en la que NSA podría tener un «acceso directo» a datos en internet.

Después de haber provocado la ira de Washington con unas filtraciones que revelaron la magnitud de la vigilancia electrónica llevada a cabo por Estados Unidos, Snowden puso en aprietos al primer ministro británico, David Cameron, anfitrión este lunes de la cumbre de los ocho países más desarrollados (Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Rusia y Estados Unidos).

«No puedo hacer comentarios sobre cuestiones relativas a seguridad o inteligencia», dijo Cameron a la televisión Sky News.

Según los documentos de Snowden a los que tuvo acceso The Guardian, los británicos habrían probado «capacidades de inteligencia innovadoras» para escuchar las comunicaciones de las personalidades que participaron en una reunión de ministros de Finanzas en abril de 2009 y en una cumbre del G20 de septiembre de 2009.

Red de escuchas

Los servicios de inteligencia habrían instalado cibercafés donde interceptaban las comunicaciones y vigilaban los correos electrónicos y las llamadas telefónicas de los teléfonos BlackBerry de los delegados.

La agencia también instaló un dispositivo que permitía saber cuándo los delegados se ponían en contacto entre ellos y se centraba en ciertas personalidades, en particular el ministro turco de Finanzas, según los documentos que cita el diario.

Los ordenadores de los delegados sudafricanos habrían recibido también una atención especial, según los documentos.

La orden de recabar información sobre los delegados del G20 procedía de un nivel superior del gobierno, dirigido por aquel entonces por el laborista Gordon Brown.

Dos documentos mencionan explícitamente que la información fue transmitida a los ministerios, informó la misma fuente.

Un documento enviado al director del GCHQ, Iain Lobban, fechado en enero de 2009, establece las prioridades del gobierno para la cumbre del G20 de abril de ese mismo año.

«La intención del GCHQ es garantizar que la inteligencia relevante para los resultados deseados por el gobierno de Su Majestad para su presidencia del G20 llegue en el momento adecuado y en una forma que permita hacer un uso completo de ella», señalaba el texto.

Una semana después de la cumbre de septiembre 2009, un informe interno concluía que «el plan de escucha de llamadas tuvo mucho éxito y fue bien recibido como un indicador actual de actividad de los delegados».

«Resultó ser útil para controlar la actividad de las delegaciones nacionales antes, durante y después de la cumbre. En definitiva, fue un fin de semana muy exitoso en cuanto al operativo telefónico», concluía el texto.

Edward Snowden, de 29 años, se encuentra refugiado desde el 20 de mayo en Hong Kong y está siendo investigado por el FBI.

A principios de mes, los diarios The Guardian y The Washington Post publicaron revelaciones de este joven, que trabajaba como asesor de la NSA, sobre un programa secreto de este organismo para vigilar las comunicaciones en internet de usuarios de todo el mundo. AFP

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