Barack Obama quiere una investigación sobre la posible utilización de armas químicas en Siria

El presidente estadounidense, Barack Obama, quiere una «investigación definitiva» sobre la posible utilización de armas químicas por el régimen del presidente Bashar al Asad en Siria antes de tomar una decisión definitiva, declaró la Casa Blanca el viernes, mientras se producían encarnizados combates cerca a Damasco.

«Tenemos que hacer valoraciones (…) no sólo Estados Unidos sino todo el mundo, debemos reconocer que no podemos quedarnos al margen y permitir el uso de armas como las armas químicas contra la población civil», manifestó Obama que se reunió en la Casa Blanca con el rey de Jordania, Abdalá II.

El jueves Estados Unidos consideró por primera vez que el régimen sirio probablemente utilizó armas químicas, aunque destacó que sus informes no eran suficientes para tener certeza de que Damasco franqueó la «línea roja» trazada en agosto por Washington

«Estamos trabajando para establecer hechos creíbles y corroborados», declaró el viernes Jay Carney, portavoz de Obama, al tiempo que se negó a «fijar un calendario» para este proceso.

El portavoz insistió en la posición de la Casa Blanca de que se barajarán «todas las opciones» si se prueba que el régimen de Bashar al Asad utilizó armas químicas.

Sobre la posibilidad de una intervención armada, Carney subrayó que «existen numerosos medios disponibles para el presidente en este tipo de situación, entre ellos los que usted mencionó, pero existen muchas otras opciones».

Una fuente de la Secretaria de Defensa, que pidió el anonimato, justificó la prudencia. «Hemos visto escenarios muy malos antes, cuando informes de inteligencia han impulsado decisiones políticas que luego han resultado erradas», dijo en referencia a los informes sobre armas masivas en Irak que justificaron la invasión de 2003 ordenada por George W.Bush y que a la postre resultaron falso.

Este viernes el portavoz de la ONU, Martin Nesirky, dijo que los expertos designados para inspeccionar el uso de armas químicas en Siria, están recopilando datos fuera de ese país debido a que Damasco les niega la entrada.

«Si el régimen no tiene nada que esconder, debería autorizar a los investigadores de la ONU la entrada al país para que podamos llegar hasta el fondo de las cosas», subrayó Patrick Ventrell, un portavoz del departamento de Estado.

Israel solicitó a Estados Unidos que intervenga militarmente para «apoderarse del control de los arsenales de armas químicas sirias» y la Unión Europea y Francia pidieron a Damasco que permita a los investigadores de la ONU trabajar, haciéndose eco del «llamado urgente» similar lanzado el jueves por Ban Ki-moon.

La oposición siria pidió también este viernes una intervención urgente de las Naciones Unidas.

«Francia y Gran Bretaña aseguran que poseen informaciones sobre el uso de armas químicas y ahora Estados Unidos dice lo mismo. Ha llegado la hora de que el Consejo de Seguridad de la ONU actúe», declaró a la AFP un responsable de la Coalición opositora que reclamó que al menos de declare una «zona de exclusión aérea» para la aviación siria.

«La parálisis del Consejo de Seguridad sobre la cuestión siria no puede servir de excusa a la ONU para no actuar», agregó.

El Consejo de Seguridad ha sido incapaz de actuar desde el comienzo de la revuelta en Siria, en marzo de 2011, debido a sus divisiones internas, ya que si bien los países occidentales apoyan a la rebelión, China y sobre todo Rusia respaldan al régimen.

Combates muy violentos en Damasco

Sobre el terreno, la jornada del viernes estuvo marcada por feroces combates en el nordeste de Damasco –los más violentos desde hacía dos años–, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una ONG con sede en Gran Bretaña que usa una red de informadores en Siria.

Según el director del OSDH, Rami Abdel Rahman, la aviación siria efectuó este viernes el mayor número de incursiones aéreas en un día desde que en julio entró en acción.

En el barrio de Barzé, al nordeste de Damasco, los combates enfrentaban desde el jueves a los insurgentes por un lado, y al ejército y los milicianos partidarios del régimen por el otro.

En el sur de Damasco, también estallaron enfrentamientos cerca al campamento de refugiados palestinos de Yarmuk, controlado mayoritariamente por los rebeldes.

Además, se registraron enfrentamientos en otras zonas del sur de Damasco y en el este de la capital, en el barrio de Jobar.

Por otro lado, rebeldes y el ejército regular, apoyado por combatientes libaneses de Hezbolá y del Ejército de Defensa Nacional (ADN) –una milicia entrenada especialmente por el régimen para la lucha callejera–, se enfrentaban por la conquista de la localidad estratégica de Quseir, en la carretera que une Homs al litoral, según el OSDH.

El viernes, la violencia dejó 18 civiles y 9 rebeldes muertos, según un balance parcial del OSDH.