Escándalo real

Yerno del Rey de España declara ante juez, en peor momento para monarquía

El yerno del rey de España, Iñaki Urdangarin, y el secretario de las Infantas, comparecerán el sábado ante un juez de las islas Baleares que instruye una investigación por corrupción, que se acerca cada vez más al corazón de la monarquía.

Iñaki Urdangarin

Urdangarin, de 45 años, esposo de la segunda hija del Rey, la Infanta Cristina, es sospechoso, al igual que su exsocio, Diego Torres, de haber desviado varios millones de euros de dinero público a través del Instituto Noos, una sociedad de mecenazgo que presidió entre 2004 y 2006.

Toda la semana, la prensa española ha publicado un goteo de revelaciones, en base a correos electrónicos atribuidos a Iñaki Urdangarin, que parecen indicar que el Rey habría apoyado a su yerno y seguido de cerca su carrera de empresario.

Estas revelaciones son incómodas para una Casa Real que intenta desde finales de 2011 mantener una distancia entre la Familia Real y, sobre todo, la Infanta, con la investigación por corrupción que afecta al marido de esta última.

Para ello, ha intentado trazar una frontera entre las actividades profesionales de Urdangarin y el resto de Palacio.

Pero, en Palma de Mallorca, en las islas Baleares, el juez José Castro sigue juntando las piezas de su investigación sobre el escándalo que ya le llevó, hace un año, a tomar una primera declaración a Urdangarin.

Excampeón olímpico de balonmano, este hombre elegante que durante mucho tiempo encarnó el yerno ideal antes de caer en desgracia, ha vuelto a ser convocado por el magistrado el sábado.

No será el único: tras él, comparecerá ante el juez, por primera vez, Carlos García Revenga, secretario de las dos Infantas, Elena y Cristina, y el hombre a través del cual el escándalo se acerca un poco más al núcleo de la Familia Real.

Este nuevo capítulo judicial no podía llegar en peor momento para el Rey que, a sus 75 años, tendrá que volver a someterse el 3 de marzo a una operación por una agudización de una hernia discal.

Será la séptima operación en menos de tres años a la que se someterá Don Juan Carlos, que llegó al poder en noviembre de 1975 tras la muerte del dictador Francisco Franco.

Apoyado en unas muletas desde que fue intervenido de la cadera en noviembre, el Rey cada vez cede más su puesto en las ceremonias oficiales al heredero de la Corona, el príncipe Felipe, que acaba de cumplir 45 años y parece el único capaz de asegurar la pervivencia de la monarquía.

Este viernes, tras varios llamamientos hechos por políticos para que el Rey abandone su puesto y rumores sobre una eventual abdicación, la Casa Real salió al paso de los mismos.

El Rey «no tiene ninguna intención de abdicar», afirmaron fuentes de la Casa Real.

«El Rey baraja ya la abdicación», afirmaba poco antes el periodista José Antonio Zarzalejos, exdirector del diario conservador ABC, en el diario en línea El Confidencial.

En una España minada por la austeridad y el desempleo, la opinión pública ya no perdona los escándalos de corrupción que salpican a los más altos símbolos del Estado. Según un sondeo de principios de enero, el apoyo a la monarquía sigue siendo mayoritario, pero ha caido «a un mínimo histórico del 54%».

Para la Familia Real, el último golpe fue el anuncio a finales de enero de que Carlos García Revenga, hombre de confianza de las Infantas, también tendría que declarar ante el juez.

El magistrado probablemente le preguntará por el puesto que ocupaba en el Instituto Noos y sobre el eventual asesoramiento que podría haber dado al yerno del Rey, según una fuente judicial.

Con este hombre, «más que un secretario», según El País, ya que ha sido el único empleado de la Casa Real que tuvo el privilegio de tutear a las hijas del Rey, cae otro ladrillo de la barrera que separa a la Familia Real del juez. AFP

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