Ayatolá Jamenei

Guía supremo iraní descarta negociaciones directas con Estados Unidos sobre programa nuclear

El guía supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, descartó este jueves entablar negociaciones directas con Estados Unidos sobre el polémico programa nuclear de Irán y denunció la estrategia estadounidense que mezcla sanciones y oferta de diálogo.

Ayatolá Ali Jameini

Esta declaración del número uno iraní se produce al día siguiente de que Estados Unidos confirmara la aplicación de nuevas sanciones económicas a Irán, unos días después de que el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, hiciera una «oferta seria» a Teherán para mantener negociaciones directas sobre el programa nuclear en el marco del grupo 5+1 (Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia, China y Alemania).

«Apuntáis un arma contra Irán y decís ‘negociad o disparamos’. Pero presionar y negociar no es coherente y la nación no se dejará intimidar», dijo el guía refiriéndose a Estados Unidos durante un discurso en Teherán.

«Irán no aceptará negociar con quien nos amenaza con presiones», afirmó, y estimó que una «oferta de diálogo solo tiene sentido cuando la otra parte muestra buena voluntad».

El lunes, el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Ali Akbar Salehi, aseguró que Irán examinaría «positivamente» la propuesta de Biden, pero subrayó que el país no se fiaba de las «señales contradictorias» de Washington.

«Las negociaciones no resolverán nada»

«Algunos se alegran de esta oferta de negociación (pero) las negociaciones no resolverán nada», afirmó el ayatolá Jamenei, que controla las actividades nucleares y la diplomacia de la República Islámica.

El ayatolá amenazó a aquellos que querrían volver a «una dominación estadounidense» en Irán.

Después de varios meses de interrupción, Irán y el grupo 5+1 acordaron el martes reanudar las negociaciones el próximo 26 de febrero en Kazajistán. Londres aseguró que los occidentales presentarían en Almaty «una nueva oferta creíble» a Teherán.

La comunidad internacional sospecha que la República Islámica quiere dotarse de armas atómicas escudándose en su programa civil, algo que Teherán desmiente tajantemente.

Por su parte, Irán pide a los occidentales que reconozcan su «derecho» a enriquecer uranio y que levante las sanciones políticas y económicas impuestas por la ONU, Washington y la Unión Europea.

Estas sanciones, que sumieron al país en una grave crisis económica, se dirigen especialmente contra las exportaciones de petróleo, vital para la economía iraní, y la repatriación de los petrodólares.

La última ronda de negociaciones se llevó a cabo en junio de 2012 en Moscú. Estas discusiones se bloquearon cuando el grupo de los 5+1 solicitó a Irán que suspendiera el enriquecimiento de uranio al 20% y que exportara sus reservas de uranio enriquecido al 20%, ante el temor de que estas reservas y la tecnología acumuladas por Teherán le permitieran producir uranio enriquecido a más del 90%, necesario para la fabricación de armas atómicas.

Paralelamente, Irán negocia con la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA). Los expertos de la agencia de la ONU volverán a Teherán el próximo 13 de febrero para tratar de alcanzar un acuerdo, algo que intentan desde hace un año, que les permita investigar libremente sobre la finalidad del programa nuclear iraní. AFP

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