Antropología

Descubren tribus pigmeas con pies “de mono” con los que trepan a los árboles

Antropólogos del Darmouth College, de Estados Unidos, descubreron dos etnias pigmeas en el corazón de la República del Congo, con pies evolucionados de tal modo que les permiten ascender casi verticalmente a árboles de hasta 50 metros de altura, donde procuran buena parte de su alimentación consistente en miel de colmenas silvestres y frutas.

Tribu Twa / portalrogerioferreira.ning

Las etnias Twa y Bachigas, pertenecientes a las tribus pigmeas que habitan el área central del país, han desarrollado una musculatura y una adecuación articular tal en las plantas de sus pies, que les permiten usarlos como lo hacen los chimpancés, pudiendo escalar hasta las copas de los árboles de la selva tropical. En las tradiciones populares de ambos pueblos no existen referencias a gente que haya caído de la altura, como ocurre con otras naciones “arborícolas” en África y Asia.

Arcos plantares y curvatura únicas entre los humanos

Los antropólogos estadounidenses compartieron la vida cotidiana de los pigmeos, estudiando la forma en que realizaban sus incursiones “aéreas”, fotografiaron y grabaron los ascensos y el traslado entre las copas.

Partieron de la base de la anatomía propia de estos grupos, que, si bien no registra mayores diferencias en lo externo, presentan la posibilidad de flexionar las plantas en ángulos de hasta 45 grados, algo absolutamente imposible para cualquier persona corriente. Se estima entre 12 y 18 grados la amplitud del ángulo que los occidentales podemos lograr en nuestros pies.

También los músculos de los grupos estudiados son mucho más largos y flexibles que lo convencional, algo similar a la musculatura de los primates. Este último tema es analizado en particular por los científicos, quienes estiman que ello prueba la existencia de una etapa anterior al hombre “caminante”, durante la cual nuestros antecesores compartieron tanto los bosques como las sabanas. El refugio constante en los árboles habría sido una de las facetas que permitió al hombre, escapar a las fieras constantemente, aún cuando pudiera recorrer para alimentarse el suelo del entorno.

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