Barack Obama reelecto presidente de los EE.UU. con decisiva mayoría de votos de negros y latinos

Obama se impuso aq Romney con comodidad en los estados clave

El presidente de Estados Unidos Barack Obama se impuso en los estados clave de Iowa (centro) y Ohio (noreste), de acuerdo con proyecciones de cadenas de televisión estadounidenses.

Obama, que dedicó gran parte de su campaña a recorrer esos estados para asegurarse la reelección, también ganó en los estados decisivos de Pensilvania, Wisconsin o Michigan.

Un lugar en la historia

Barack Obama, 44º presidente de los Estados Unidos y primero negro, afianzó este martes su lugar en la historia al ser reelegido tras cuatro años de mandato difícil por la situación económica y tras una campaña encarnizada.

Un solo demócrata desde 1945 había sido elegido dos veces para la presidencia, Bill Clinton, en una situación económica mucho mejor que la actual, en la que la tasa de desempleo nacional es del 7,9%. Ningún presidente estadounidense había sido capaz de ganar la reelección con un porcentaje de desempleados del 7,2%.

Obama logró una arrolladora victoria ante su rival republicano Mitt Romney que prueba que su electorado le fue fiel.

«Esto sucedió gracias a ustedes. Gracias», dijo Obama en un tuit al conocerse su reelección.

Barack Hussein Obama, hijo de un keniano y una estadounidense, se catapultó a la escena política en la convención demócrata de 2004 en Boston, con un vibrante y apasionado discurso en el que expuso su visión de una política de consensos que sedujo al país.

Nacido en Hawai en 1961 y criado por unos años en Indonesia, fue por siete años representante del pobre sur de Chicago en el Senado de Illinois (norte). En 2005 fue elegido para el Senado estadounidense, y gracias a su carisma y su elocuencia, se convirtió en el favorito de los medios de comunicación.

Cuatro años más tarde coronó su ascenso meteórico al instalarse a los 47 años en la Casa Blanca con su esposa Michelle y sus dos hijas, luego de haber derrotado en las primarias demócratas a la favorita Hillary Clinton y en las presidenciales al veterano republicano John McCain.

 

Ambiciosa reforma del seguro de salud

 

Estados Unidos eligió «la esperanza sobre el miedo», dijo Obama tras prestar juramento el 20 de enero de 2009 frente a unos dos millones de personas congregadas en el centro de Washington.

Ese mismo año, y tal vez por las expectativas generadas en todo el mundo, Obama fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz.

Pero el ejercicio del poder ha resultado a veces frustrante para este abogado y profesor de Derecho Constitucional graduado en Harvard, sobre todo desde que la Cámara de Representantes fue conquistada a fines de 2010 por los republicanos, defensores de recortar el gasto sin aumentar impuestos.

No obstante, Obama ostenta un balance respetable, en el que se halla la reforma del seguro de salud. Pero el desempleo sigue estando 2,8 puntos porcentuales superior a antes de la crisis, mientras que la deuda del Estado federal aumentó en más de la mitad desde el 2009.

Si bien se convirtió en el primer presidente estadounidense en apoyar el matrimonio entre personas del mismo sexo y puso fin al «tabú homosexual¨ en el ejército, no logró una reforma migratoria en este país donde viven más de 11 millones de indocumentados, ni una transición hacia las energías «renovables».

En política exterior, Obama, quien en 2002 cobró notoriedad con un discurso contra la guerra en Irak, cumplió en 2011 su promesa de retirar a los soldados estadounidenses de ese país.

En cambio, en Afganistán, triplicó en menos de un año el contingente militar, en un intento por relanzar la lucha contra Al Qaida, un esfuerzo que también persiguió en Pakistán, donde obtuvo su triunfo más importante: la eliminación de Osama Bin Laden en mayo de 2011.

Pero no pudo avanzar para acabar el conflicto entre israelíes y palestinos en el contexto de una «primavera árabe» que buscó encarar a distancia y un aumento de las tensiones con Irán por su programa nuclear. A ese contexto se suman las relaciones difíciles que mantiene con Pekín y Moscú.

Si la llegada de un negro al más alto cargo de la primera potencia mundial, 150 años después del fin de la esclavitud y cinco décadas después de las leyes sobre derechos civiles ha sido calificada como un hecho histórico, Obama, con más canas que hace cuatro años, se las ingenia para parecer un tipo común.

Al presidente se le puede ver frecuentemente jugando al golf, bebiendo una cerveza o paseando a su perro, y tiene como punto de honor el interrumpir su jornada de trabajo para cenar con su esposa Michelle, con quien se casó hace 20 años, y sus hijas Malia, de 14 años, y Sasha, de 11.

 

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