“Injerencia” política

USAID: Rusia expulsa agencia que fue “pionera” en Uruguay

Rusia comunicó a Washington que cerrará las dependencias de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) en Moscú, por “injerencia en procesos políticos internos”, tras que la oficina norteamericana –amparada en el formato de apoyo a ONG´s- intentara similares estrategmas a las aplicadas en América Latina, donde Uruguay y Brasil fueron “pioneros” en recibir los cuestionados beneficios.

Vladimir Putin / AFP

La jefatura de la diplomacia rusa, aseguró que se trata de “atender la necesidad de respeto a las leyes” del país, acusando a la USAID de “intentar desestabilizar” situaciones puntuales de la política local con la excusa “de brindar asistencia al desarrollo de la cooperación humanitaria”, según informa Granma Internacional.

La nota de la Cancilleria menciona entre otros “intentos de influir mediante el reparto de becas en las instituciones de la sociedad civil y en los procesos políticos, incluidas las elecciones a distintos niveles”.

El Departamento de Estado en Washington, recogió el guante y dijo sentirse “muy orgulloso de lo que la USAID ha logrado en Rusia en las dos últimas décadas” y advirtió incluso que “seguirá comprometido con el apoyo a la democracia, los derechos humanos, y el fomento de una sociedad civil más vigorosa”, en la ex URSS.

Los antecedentes latinoamericanos

La USAID tiene una larga historia principalmente en América Latina, donde ha financiado y promovido grupos contrarrevolucionarios, habiendo sido los países con mayor injerencia los centroamericanos, y Cuba.

Creada por John F. Kennedy en 1961, la USAID, ha actuado en conjunción con la CIA y el Pentágono. Originalmente creada para ayudar a países “problemáticos” su primer campo de operaciones fueron Uruguay y Brasil, donde a inicios de la década de 1960 entrenaron policías y paramilitares para luchar contra las fuerzas insurgentes de izquierda a través de torturas y otras técnicas de contrainteligencia.

Más recientemente, USAID financió y actuó para derrocar a dos presidentes constitucionalmente electos: Jean-Bertrand Aristide, en Haití (2004), y Manuel Zelaya en Honduras (2009).

Actualmente la USAID ha sido acusada por los presidentes Hugo Chávez de Venezuela, y Evo Morales de Bolivia, por intentar interferir en decisiones de Estado de esas naciones.

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