Menos mal: el hombre más rico de Francia aclara que pagará impuestos en… Francia

El dueño del imperio del lujo LVMH, Bernard Arnault, primera fortuna de Francia y de Europa y cuarta mundial, reafirmó el domingo que seguirá pagando impuestos en su país «como todos los franceses» y negó que su pedido de nacionalidad belga se pueda interpretar «políticamente».

«Tengo y seguiré teniendo mi domicilio fiscal en Francia y por ello cumpliré, como todos los franceses, con el conjunto de mis obligaciones fiscales», indicó a la AFP Arnault, un allegado al expresidente francés Nicolas Sarkozy (derecha).

El actual mandatario socialista François Hollande confirmó recientemente su intención de aumentar los impuestos de quienes cuentan con los más altos ingresos.

«Nuestro país tiene que contar con la contribución de cada uno para afrontar una crisis económica profunda en un marco presupuestario muy apremiante», añadió Arnault el domingo.

Según él, su pedido de nacionalidad belga «no tiene que dar lugar a ninguna interpretación política».

El sábado, en un comunicado difundido después de que el periódico belga La Libre Belgique informara sobre sus gestiones de nacionalización iniciadas en Bruselas, el magnate indicaba que «es y sigue siendo residente fiscal francés».

La Libre Belgique había recordado que, aunque reside en París, Arnault dispone de un domicilio en Bruselas y habló de posibles razones fiscales para justificar esta gestión.

La noticia del periódico belga dio libre curso a las especulaciones sobre la relación entre su decisión y los proyectos fiscales del gobierno francés.

Arnault posee una fortuna que la revista Forbes estima en 41.000 millones de dólares. En 1981, tras la victoria de izquierda en Francia, Bernard Arnault se había exiliado durante tres años en Estados Unidos.