En el podio de Obama

Julián Castro, ¿el próximo primer presidente latino de los EE.UU.?

Julián Castro en una tribuna clave

Julián Castro, el alcalde de origen mexicano de San Antonio, Texas, ofrecerá el martes el discurso de apertura de la Convención Nacional Demócrata, un papel que se otorga solo a estrellas políticas emergentes, como sucedió con un desconocido Barack Obama en 2004.

«Por supuesto que estoy un poco nervioso», dijo a la AFP este político de 37 años -que aparenta menos- pocas horas antes de pronunciar en Charlotte, Carolina del Norte (sureste), el ‘keynote speech’, como se denomina en Estados Unidos al discurso fundamental de inauguración de las convenciones partidarias.

Ante el auditorio del Times Warner Arena, el alcalde será presentado por su hermano gemelo, el representante por Texas, Joaquín Castro, lo que «desde el punto de vista personal es emocionante», dijo sobre su gemelo, con quien es difícil observar alguna diferencia física.

Castro adelantó a la AFP que narrará su historia personal «como reflejo del sueño americano», dijo sobre su familia, con padre y madre de origen mexicano.

Julián Castro creció en un hogar de mujeres, con su abuela, la primera del clan en emigrar de México a Texas, y su madre, quien fue activista del movimiento chicano de los años 70 en el oeste de Estados Unidos.

«Quiero hablar de cómo Estados Unidos fue una tierra de oportunidades en el pasado y, más importante aún, qué tipo de ajustes tenemos que hacer para que sea una tierra de oportunidades en el futuro».

«Por eso creo que el presidente Obama está haciendo los ajustes necesarios», dijo el político, casado con Erica Lira Castro desde 2007 y padre de una niña de tres años, Carina Victoria.

Antes de presentar a la primera dama, Michelle Obama, Castro quiere destacar «la necesidad de invertir en las generaciones futuras».

Para Julián Castro el plan del rival republicano, Mitt Romney, de «subir impuestos a la clase media, en beneficio de los ricos», sostener la idea de «que hay que emprender negocios para salir adelante» es «una teoría que ha sido probada y fracasó», dirá esta noche, según adelantó el comité de la convención.

«Nuestra economía fracasó, la clase media está pagando el precio, vuestra familia pagó el precio. Mitt Romney simplemente no lo entiende», lanzará a la militancia.

La leyenda de Obama

El lugar que ocupará Castro el martes es percibido por analistas como una tribuna clave para observar a líderes que el partido puede apuntalar de cara a las próximas elecciones, algo especialmente importante ahora, que con la victoria o derrota de Obama en noviembre, los demócratas necesitan un nuevo liderazgo para las presidenciales de 2016.

Pero descarta convertirse en el primer presidente latino de Estados Unidos: «No creo que suceda, no es lo que estoy buscando», dijo. Por ahora «estoy tratando de hacer un buen trabajo como alcalde de San Antonio. Si hago un buen trabajo, entonces voy a mirar a mi alrededor». «Creo que el título de primer presidente latino (de Estados Unidos) será ocupado por otra persona» antes, sostuvo.

La leyenda de Barack Obama empezó a escribirse en 2004 cuando, precisamente como desconocido representante por Illinois, fue el orador de la apertura de la Convención Demócrata celebrada en Boston.

Por ello, si Castro conquista a las bases del partido y a los 6.000 delegados que han llegado a Charlotte, podría ser pronto un candidato a la presidencia.

«No me pondría al mismo nivel del presidente Obama. Él tiene un talento y habilidades únicas», afirmó. «Voy a tratar de ser yo mismo esta noche y hacer un buen trabajo», agregó sin dar más detalles de sus aspiraciones.

Su objetivo es recalcar el mensaje de bienestar social con el que los demócratas quieren reconquistar a las mayorías, mostrando un partido diverso, joven y moderno.

«Está claro que esta elección es una elección entre un presidente que quiere invertir en la clase media y crear oportunidades a largo plazo, y el gobernador Romney, que favorece a la gente que ya está muy bien, los ricos».

Sobre las tácticas para convencer a los electores indecisos, Castro quiere dejar claro «que Estados Unidos está mejor como nación que cuando Obama asumió el cargo (en 2009), que íbamos hacia una depresión (económica)».

«Hemos visto la creación de 4,5 millones de nuevos puestos de trabajos», dirá a la audiencia.

Para el electorado de origen hispano, Castro no tiene dudas de que Obama conservará el liderazgo sobre esta comunidad, la primera minoría en el país, de los cuales unos 12 millones votarán el 6 de noviembre.

«El presidente Obama es el único que ha hecho de todo en Washington» por el tema migratorio que sensibiliza a los hispanos, concluyó.

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