EEUU: escándalos por plagio reabren debate en la prensa

El presentador del canal de noticias CNN, Fareed Zakaria, reconoció que había tomado un párrafo completo de The New Yorker para la columna que publica en la revista Time, calificando su plagio como “un grave error”.

La definición trajo nuevamente al tapete las mismas palabras empleadas por The Washington Post, para disculparse porque uno de sus periodistas empleó “cantidades sustanciales” de información de un artículo publicado en el diario Arizona Republic, sin los reconocimientos respectivos.

Lo peor del momento ha sido la caída en desgracia de Jonah Lehrer, un reportero de The New Yorker, al que se acusa de plagiarse a si mismo, reproduciendo párrafos enteros escritor por él de publicaciones anteriores. La revista Tablet, había ya enojado a la opinión pública contra Lehrer, cuando lo denunció por inventar citas de Bob Dylan, para un best seller que escribió el año pasado.

Lo peor está en la web

Los últimos casos en Estados Unidos, se han denunciado fundamentalmente por uso abusivo de materiales en la red, en tanto el “corte y pegue” se ha convertido en moneda corriente para varias publicaciones.

La discusión que deberá para muchos continuar en tribunales, es si se comete plagio o no, cuando se atribuye la cita a su fuente original, y más aún, si incluso mencionando la fuente, es necesario citar al periodista que hizo la entrevista en cuestión.

Para muchos es norma absoluta que “no se debe apropiarse del trabajo de otros sin dar los créditos respectivos”, mientras que para otros, el asunto se resuelve con una cita a secas de la fuente.

Sin embargo el tema tampoco parece fácil de dilucidar para la Justicia que sigue el principio de “atribución imperfecta”, en tanto hay reporteros que han inventado tanto las fuentes como las citas en múltiples artículos.

“Todo se reduce a la ejecución –afirma en una columna al respecto The New York Times- si atribuyo las historias de los otros y logro mantener al margen los derechos de propiedad al hacer un argumento convincente, entonces puedo vivir para escribir otro día”.