Obama intenta presionar a Europa para un mayor crecimiento económico

El encuentro será este fin de semana y mientras se cree que Obama contará con el apoyo del nuevo presidente francés para presionar a Alemania a que impulse el crecimiento europeo, los rusos confirmaron que no asistirán en una nueva escalada de división con Washington.

La cumbre del G-8 se cumplirá en la residencia presidencial de Camp David, en Maryland (Estados Unidos), un lugar apartado y alejado de las protestas populares. Posteriormente los mandatarios concurrirán a Chicago, donde tendrá lugar la conferencia anual de la OTAN, otro hito en la discordia ruso-estadounidense.

Obama necesita a Europa

A menos de seis meses de las elecciones presidenciales, el crecimiento económico norteamericano está siendo demasiado lento y la recuperación salarial y de puestos de trabajo insuficiente para garantizar la reelección de Obama.

Pero Europa tiene una situación económica que le impide adquirir todos los bienes que produce Estados Unidos, comprometiendo su crecimiento. “Europa es todavía débil y eso está creando incertidumbre en nuestra industria”, dijo esta misma semana Obama en un programa de televisión.

Sin embargo cualquier interferencia en el duro esquema de ascetismo impuesto por Alemania pondría en jaque la relación con Angela Merkel, un aliado fundamental para mantener cualquier impulso de estímulo en la economía del viejo continente.

Obama deberá hacer un doble esfuerzo: en la reunión de OTAN debe convencer a los europeos que mantengan el soporte a las tropas de la organización en Afganistán, algo que cuesta millones de dólares a cada país interviniente, que los necesita en medio de la crisis para asuntos más domésticos.

Pero Obama sabe que si OTAN  se retira de Afganistán el gobierno aliado caerá en breve y sería el más duro revés a la guerra de una década.