Con la directora del Programa Nacional de Sida del Ministerio Salud Publica

Margarita Serra: cura no hay, medicamentos si

por Isabel Villar

Para Margarita Serra la decisión de que la XIII Conferencia Internacional de Sida se llevara a cabo en Sudáfrica fue muy acertada: «Es importante que el mundo conozca lo que está pasando en Africa, donde una tercera parte de la población está infectada por el VIH y no hay acceso a la medicación».

ANTIRRETROVIRALES:  SIN URGENCIA

–El lema de la conferencia es «Romper el silencio». A su juicio ¿se está aportando a esa consigna?

–Si se trata de dar a conocer lo que está pasando en Africa, sí. También porque es una oportunidad de decir las cosas por su nombre y darnos cuenta que el VIH-Sida es un problema. El discurso inaugural del presidente sudafricano Thabo Mbequi fue un poco decepcionante, porque él presentó la situación de Africa y no le dio mucha importancia al tema Sida. Lo comparó con otros problemas y necesidades importantes.

–¿Cuáles son los grandes temas de la conferencia de Durban?

–Los resultados de la triple terapia en estos cuatro años de experiencia. Estamos convencidos que no cura a los enfermos. El virus no se puede erradicar. Es difícil que las drogas penetren en los reservorios. Aunque hay estudios científicos que están procurando mejorar esto y otros que anuncian drogas de más potencia. Se vislumbran nuevos inhibidores de la integrasa, la tercera encima del VIH que no ha sido todavía estudiada (las otras son la transcriptasa y la proteasa, para las cuales ya hay inhibidores). Es una esperanza.

También se han presentado estudios sobre reducción significativa del número de comprimidos, por ejemplo planes de dos comprimidos diarios. Se mezclaría el triple plan en uno que se toma cada doce horas, y eso facilitaría muchísimo la adherencia al tratamiento, que es un pilar fundamental.

Ha quedado claro también que la medicación antirretroviral no es de emergencia; su administración debe ser razonada, pensada. No hay urgencia en empezar. Si la persona clínicamente está bien, hay que hacerlo cuando se pueda asegurar la continuidad de la medicación y que la va a tomar correctamente.

Se está hablando mucho de los antibiogramas para los virus, o sea conocer los genotipos y fenotipos previamente a indicar el tratamiento, para determinar si la persona es resistente o no a esa medicación. Cuando ya está usando medicación y hay un fracaso, ahora generalmente se hace un cambio de todas las drogas. Con antibiogramas se puede detectar a qué droga específicamente es resistente. Son costosos (alrededor de 600 dólares), hay que hacer uno para cada droga, pero se puede ahorrar dinero en el futuro.

Hay estudios sobre los efectos de la medicación a largo plazo y sobre qué pasa si las drogas se interrumpen –tomar, suspender, tomar–pero todavía no hay resultados. Creo que va a ser tema para Barcelona, donde se realizará la próxima conferencia internacional.

LOS COSTOS: LA DENUNCIA ESTA HECHA

–El costo de los medicamentos es un gran tema en esta conferencia.

–La denuncia está hecha: en Africa, el continente más afectado por la epidemia, no se le da tratamiento a los pacientes porque las economías son insuficientes para pagar las drogas.

Se está planteando que se bajen los costos, que se subvencionen los medicamentos a Africa y a los demás países pobres. Ojalá que se pueda conseguir algún resultado.

–Aquí están presentes las transnacionales del medicamento. ¿Puede esperarse alguna luz en esta oportunidad?

–Bueno, la denuncia es una forma de romper el silencio. A nivel de las industrias hay un ambiente favorable.

–No sólo se habla de abatir costos. También de importaciones paralelas, de fabricar medicamentos al margen de los derechos de patente.

–Eso es lo que había pedido el presidente Clinton: que las patentes no rigieran para los países pobres. En nuestra región estamos viendo cómo se pueden reducir los costos con distintas estrategias.

DEL RUGBY AL AJEDREZ  

–En Uruguay el problema es muy reciente y caliente. Se llegó a un recurso de amparo en defensa del derecho de los nuevos portadores a recibir la medicación.

–Nosotros no hemos interrumpido ningún tratamiento. En el caso de nuevos portadores, estamos evaluando a las personas que realmente los pueden tomar. En las conferencias anteriores se nos había dicho que teníamos que ser como el jugador de rugby: rápido, fuerte y con todo para atacar al virus. Era cuando se pensaba que comenzando con el triple plan lo antes posible, en tres años podríamos vencer al virus y erradicarlo. Todavía no se había investigado que el virus tiene reservorios latentes, impenetrables para las drogas aunque sean muy potentes. Los mismos científicos que así pensaban pidieron disculpas, admitiendo que se habían equivocado. Ahora se recomienda ser como el jugador de ajedrez: estrategia, despacio, sin apuro, valorando, dando la medicación cuando realmente se está convencido porque no es de emergencia. Creo que esto respalda la posición de Uruguay: no negar la medicación, pero sí evaluar la conveniencia de su administración.

–Pero esto está generando una gran incertidumbre y mucha angustia entre los portadores.

–En ningún momento se dijo oficialmente que no se les iba a dar la medicación. El paciente que tenga un perfil adherente y lo tenga indicado la recibirá.

Hemos modificado las pautas: estábamos dando cuando había un nivel de carga viral de 10.000 copias del virus por mililitro y un CD4 menor de 500. Ahora se subió el umbral de carga viral a 30.000. La mayoría de los estudios lo elevan a 50.000 o más.

–Con el recorte presupuestal anunciado en Uruguay, ¿hay garantías de continuidad en los tratamientos?

–Se nos dijo que en el Ministerio de Salud Pública a los programas de tratamiento no se les ha reducido el presupuesto. Incluso el rubro de medicación se dio, y creo que se aumentó un poco el cupo. No hubo reducción. Estamos tranquilos.

–¿Cuántas personas portadoras hay en tratamiento?

–En el MSP 386 y en mutualistas 420.

–Se habla de 70 nuevos casos en espera.

–Puede ser, pero se están haciendo las evaluaciones.

VACUNAS: TODAVIA NO

–¿Cuáles son las novedades en materia de vacunas preventivas y/o terapéuticas?

–Sabemos extraoficialmente que hay muchas vacunas en elaboración, pero no existen en la perspectiva inmediata. Se está hablando de 6, 7 y 8 años para vacunas preventivas y terapéuticas, y está toda la discusión sobre cuánto van a costar, qué países las van a poder comprar. El 90 % de los portadores y enfermos de Sida están en los países pobres y sólo un 10% en los países ricos.

TRANSMISION VERTICAL: CERCA DE LA META  

–En esta conferencia es notorio el énfasis en la prevención de la transmisión vertical del virus, como manera de frenar la extensión de la epidemia.

–Es que aquí en Africa eso es muy importante. Se trata de la parte del mundo donde la relación mujer/hombre infectados es de 50 y 50 (en Uruguay es de 30 y 70, aproximadamente) y el 30% de la población está infectada. Además en Africa hay una alta tasa de natalidad, por lo que la posibilidad de que nazcan niños VIH positivos es altísima.

–¿Cuál es la situación en Uruguay?

–De acuerdo al último estudio centinela realizado, 3 de cada 1.000 embarazadas uruguayas están infectadas. La transmisión vertical alcanzaba el 28%, pero el último dato de diciembre de 1999 habla del 6%. Desde 1997 a toda mujer embarazada se le está dando tratamiento si lo desea.

–Una meta inmediata era bajar al 2%
.

–Tenemos que trabajar más en el control del embarazo, incentivar a la mujer a que consulte. Lo ideal es que, cuando hay diagnóstico de VIH, se empiece a dar la medicación a las doce semanas. Pero casi un 20% de las mujeres usuarias de Salud Pública (era un 40% y se redujo) concurren recién para el parto. Por suerte tenemos un 99% de partos institucionales (de 54.000 nacimientos en un año sólo 19 quedaron fuera), y eso es importante porque para prevenir la transmisión vertical necesitamos que en el momento del parto la mujer reciba suero intravenoso, y el bebé, apenas nace, jarabe de AZT. Con tantas cosas a favor, yo creo que vamos a alcanzar la meta.

–El problema se agrava en el caso de las adolescentes, que son las que acuden más tardíamente a controlar su embarazo.

–Sí , porque la mayoría llega por el sexto o séptimo mes, cuando se empieza a hacer visible su embarazo.

La tasa de embarazo adolescente no controlado está alrededor de un 40 o más por ciento, y muestra una curva creciente. Se está trabajando mucho en los programas de salud materno-infantil, procurando informar a la mujer para que controle su embarazo, no sólo por el Sida sino por una serie de otras enfermedades que se pueden prevenir.

¿PRIMERO LOS NIÑOS?  

–En la transmisión vertical hay dos extremos: la madre y el hijo o hija. Da la impresión de que en esta conferencia se está poniendo el énfasis sólo en el hijo. ¿Qué pasa con la madre portadora o enferma de Sida?

–Hay dos corrientes: una con el acento en la mujer y otra en el niño. Si la mujer ya está en tratamiento se sabe que el AZT y el 3TC, que son inhibidores de la transcriptasa, no son perjudiciales para el niño, pero no se sabe qué efectos tienen los inhibidores de la proteasa: puede ser que le produzcan problemas al feto. Algunos sostienen que no hay que suspenderle el tratamiento a la mujer. Se sabe que si se le quita aunque sea un inhibidor, se la está usando como prevención para el niño pero posiblemente luego del parto ella ya no tenga chance de continuar con esa medicación efectiva. Para esta postura, es más importante la mujer, y luego se verá lo que pase con el niño. Hay otra corriente que postula suspenderle la medicación a la madre, porque el niño no tiene culpa y hay que tratar de que no adquiera el VIH y no se perjudique su salud.

En Uruguay se le explica a la mujer, a través de consejería, cual es la situación, y la mujer opta. La mayoría decide por el niño.

–Cuando todo lo que importa es el niño, se estaría ratificando el estereotipo de la mujer como mera reproductora.

–Claro, así es. Yo creo que lo más lógico es explicárselo a la madre y que en definitiva ella decida qué hacer.

–Supongamos que el niño nació sano. ¿Cuál es el camino para la mujer madre, que sigue infectada o enferma?

–En Uruguay pasaría a recibir su tratamiento antirretroviral, tanto en Salud Pública como en mutualistas.

–¿Puede cuantificar el problema de la transmisión vertical en Uruguay?

–Si pudiéramos captar a todas las mujeres embarazadas, al año tendríamos 116 portadoras, y andamos por unas 90. El porcentaje de niños con probabilidades de nacer con VIH son 6.

Tenemos sólo uno o dos casos de mujeres que ya estaban en tratamiento con triple plan cuando se embarazaron. La mayoría no sabía que tenía VIH.

–¿Cuál es la estrategia respecto del amamantamiento?

–El caso de Africa es especialísimo: sabemos que el 50% de los niños pueden morir si son amamantados, pero si se suspende la lactancia puede morir el 100%, por desnutrición u otras infecciones que se adquieren a través del agua contaminda con que se preparan los alimentos, por ejemplo. No hay duda que habría que amamantar.

Nosotros tenemos absolutamente contraindicada la lactancia en las mujeres VIH positivas, pero no es problema: hay leche de sustitución. Claro que la lactancia materna tiene otras ventajas, pero está demostrado que un 30% de los niños se puede infectar durante la lactancia, y no vamos a correr ese riesgo.

PREVALENCIA: MEDIANA EN URUGUAY  

–¿Cuál es la prevalencia del VIH-Sida en Uruguay?

–Nosotros estamos en mediana prevalencia: menos de un 1% de la población general, y concentrada.

Las epidemias son incipientes (cuando recién comienzan), concentradas en algunos grupos o generalizadas (cuando afectan a más del 5% de la población en general) como es en Africa.

–Qué puede aportar el conocimiento del mapa del genoma humano a la prevención y/o el control del VIH-Sida?

–Yo creo que trabajar en genética puede ser muy importante. Todo el comportamiento genético del virus está en estudio. Puede ser una esperanza, aunque no sé si nosotras vamos a ver resultados…

PREVENCION: UNA PRIORIDAD  

–Teniendo en cuenta que la curación no está a la vista ni cerca, ¿cuál es la estrategia a priorizar?

–Tenemos que tomar conciencia de que lo más importante es la prevención. Se trata de un virus complicado, y los tratamientos también lo son.

–Y seguir luchando contra la censura de la Iglesia Católica al uso del condón…

–La prevención es lo fundamental. Tenemos que educar para la prevención.

–El presidente sudafricano Thabo Mbequi flirteó con una postura minoritaria pero que tiene sus adherentes a través del mundo, incluido Uruguay: la que sostiene que el VIH no es el causante del Sida. ¿Hay alguna duda en el ambito científico?, ¿se explicitó en esta conferencia?

–Alrededor de 5.000 científicos pidieron que se desmintiera eso. Fue tomado como algo insólito.

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