La película

Una mirada a los últimos 30 anos de América Latina

Para Guita Schyfter, «Las caras de la luna» es una pincelada de los últimos 30 anos de la historia de América Latina.

Luego de haber permanecido un buen rato en el elevador del hotel, de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, en busca de un espacio para filmar una escena, Schyfter se tranquilizó, y contó:

«Desde hace más de cinco anos se me ocurrió la película en un viaje que hice a Argentina, ahí fui jurado de un festival de cine de mujeres. Nos divertíamos tanto, pasaban cosas tan inusitadas que por eso se me ocurrió. Pensé que sería fantástico hablar de un grupo de mujeres que conocí en ese lugar, pero esos personajes han cambiado porque trabajamos por mucho tiempo el guión.

Después quise hablar de mujeres que me afectaron personalmente, que conocí y que de alguna manera fueron un poco como modelo para mí o que me impresionaron sus vidas. Todo este material se lo conté a Hugo Hiriart y estructuró la historia».

Mientras preparaban al actor Gonzalo Vega, quien interpreta a Federico, resaltó:

«En realidad, el festival de cine no es lo que importa en la cinta, lo relevante es poder hablar de una serie de mujeres, de la historia que vivieron en un determinado tiempo, de lo que les ha tocado vivir. Es una mirada de los últimos 30 anos de la historia de América Latina, como se hace en el cine, a grances pinceladas».

–La moda en el cine es hablar de mujeres.

–En Estados Unidos hubo esa moda. He visto algunas de esas películas y son de mujeres con relación al hombre. Desde el principio quise contar una relación de mujeres que trabajan y que tienen su propia vida; sus hijos y sus parejas son importantes pero no son la parte central de la historia.

Schyfter, nacida en Costa Rica y nacionalizada mexicana desde 1973, especifica que no hay una protagonista, sino un grupo de mujeres, y cada una tiene una historia, su propia personalidad y manera de ver las cosas. «Todo eso lo cuento en tono de comedia porque el cine es para entretenerse y además se debe inquietar al público, que quiera saber qué va a pasar con los personajes, como en un cuento del que se quiere conocer cómo terminan los personajes».

En «Las caras de la luna» también actúan la argentina Carola Reyna, la espanola Ana Torrent, las mexicanas Carmen Montejo, Diana Bracho, Nora Velázquez, Bertha Hiriart y Patricia Bernal, entre otros actores.

La cinta fue filmada en la Ciudad de México, Tepoztlán y Acapulco. En la producción participan el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), Arte Nuevo y Argos.

Ha sido un camino largo y difícil. Pero Schyfter siempre se mantuvo en la lucha:

«Me costó mucho levantar este largometraje. A la gente de Imcine no le gustaba el guión, fue rechazado varias veces por los consejos consultivos de esa instancia. Cada vez que lo regresaban, lo trabajábamos, y decían que de nuevo se tenía que escribir. No sé por qué lo rechazaban, nunca te dicen las razones. A lo mejor el guión no estaba bien, aunque cada vez que lo rechazaban, lo trabajábamos y quedaba mejor. Eso ayudó porque ahora es un guión bien hecho»

–?Tuvo muchos cambios?

–En esencia no, pero en la superficie sí. Era dogmático, muy de los anos setenta por los problemas que se abordan. Esas son las cosas que me interesan, me gusta observar culturas ajenas o ver a través de otras sociedades.

Estaba presionada por el poco tiempo que tiene para el rodaje, pero se siente satisfecha del trabajo realizado con las actrices y, en general, con todo el equipo de producción. Y comentó cómo invitó a Geraldine Chaplin:

«Necesitaba a una estadounidense que hablara espanol. Entonces me acordé de las películas de Carlos Saura. Averigüé su teléfono y le envié el guión. Así fue con todos. Se enfrentan varios problemas porque muchos actores que se pensaron para la cinta no pudieron intervenir. Por ejemplo, Diana Bracho no iba a hacer el papel de Magdalena de Hoyos, sustituyó a otra actriz que no pudo hacer el filme. Geraldine ha aportado mucho a esta historia. Tenía problemas con una secuencia, en la que ella no está, y me ayudó a resolverla».

La actriz espanola Ana Torret, quien también ha trabajado con Carlos Saura, habló sobre su personaje, Maruja Céspedes:

«Es una productora importante. Es frívola, sólo le interesa vender las películas, no mira tanto el lado artístico. Tiene un gran secreto, pero ha decidido no sufrir y vive la vida alegremente. No se permite caer en la tristeza ni en los recuerdos, lo cubre todo».

–?Cómo se transforma durante el festival?

–No tiene tantos cambios como las otras mujeres: vive y disfruta los cuatro días del festival por compromiso. Se va como llegó, siempre ocupada por los negocios.

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