El feminicidio en Paraguay

En el año 2016 con la aprobación de la Ley 5.777 de Protección Integral a las Mujeres Contra Toda Forma de Violencia, Paraguay tipificó el delito de feminicidio. Esta ley en su artículo número 50 considera feminicidio como “el que matara a una mujer por su condición de tal”, y el perpetrador será castigado con pena privativa de libertad de diez a treinta años cuando el crimen se cometa bajo cualquiera de las siguientes circunstancias:

• El autor mantenga o hubiere mantenido con la victima una relación conyugal, de convivencia, pareja, noviazgo o afectividad en cualquier tiempo. 
• Exista un vínculo de parentesco entre la víctima y el autor, dentro del cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad.
• La muerte ocurra como resultado de haberse cometido con anterioridad un ciclo de violencia física, sexual, psicológica o patrimonial contra la víctima, independientemente de que los hechos hayan sido denunciados o no.
• La víctima se hubiere encontrado en una situación de subordinación o dependencia respecto del autor, o este se hubiere aprovechado de la situación de vulnerabilidad física o psíquica de la víctima para cometer el hecho.
• Con anterioridad el autor haya cometido contra la victima hechos punibles contra la autonomía sexual.
• El hecho haya sido motivado por la negación de la víctima a establecer o restablecer una relación de pareja permanente o casual.

Pero aunque no fue sino hasta el año 2016 que se tipificó esté delito, ya en el referido país se venían registrando el número de mujeres asesinadas por el hecho de ser mujeres. En el año 2015 el Ministerio de la Mujer en Paraguay y ONU presentaron el informe “Violencia contra las mujeres en Paraguay: Avances y desafíos” en el que dan cuenta de la ocurrencia de 14 femicidios en 2011, 24 en 2012 y 5 durante 2013; mientras que el informe “Feminicidio en Paraguay: Hecho punible de acción penal pública” sistematizó 26 casos de femicidio durante 2014, 23 en 2015 y 39 en 2016.

Esta información coloca a Paraguay como uno de los países de América Latina con menores índices de ocurrencia de feminicidio, sin embargo, estas estadísticas se presentan como insuficientes para caracterizar el fenómeno, y por tanto, recomendar acciones o decisiones en materia de prevención, atención y sanción de los feminicidios.