VUELTA AL MUNDO

La piloto afgana Shaesta Waiz recorre el mundo para formar niñas en ciencia y tecnología

"Mucha gente todavía cree que la ciencia, la tecnología o la ingeniería son cosas de hombres, y es difícil hacer recapacitar a alguien que ha sido educado toda la vida para pensar de esa manera, pero hay que intentarlo", explicó la piloto.

La piloto afgana Shaesta Waiz recorre el mundo para formar niñas en ciencia y tecnología.
La piloto afgana Shaesta Waiz recorre el mundo para formar niñas en ciencia y tecnología.

La afgana Shaesta Waiz fue la primera piloto mujer de su país y ahora ha decidido recorrer el mundo en su avioneta, una Bonanza A36, para fomentar la educación en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) en mujeres y niñas. Su misión es inspirar a la nueva generación de mujeres jóvenes a que se hagan pilotos.

Waiz nació en un campo de refugiados afganos pero se trasladó después a la ciudad californiana de Richmond, en Estados Unidos con su familia para escapar de la guerra en su país en 1987.

Cuando concluya su viaje, después de haber realizado 30 paradas y recorrido 18 países distintos, Shaesta se convertirá en la mujer más joven de la historia que emprende y concluye un vuelo en solitario alrededor del mundo.

La piloto dijo que actualmente las mujeres representan sólo del 3% al 5% de los pilotos comerciales del mundo y que ese porcentaje debe aumentar considerablemente para que la aviación responda eficazmente a las dificultades que se enfrentan en el largo plazo en términos de recursos humanos.

«Quiero que las niñas sepan que si una chica refugiada, sin dinero, ha logrado tener una carrera en ese campo, ellas también lo pueden hacer», expresó la piloto en el Aeropuerto de Madrid Cuatro Vientos donde estuvo recientemente.

Sobre sus estudios dijo «cuando descubrí mi pasión, que es volar, comencé a plantearme desafíos personales. Empecé a leer, a mejorar en matemáticas, a ver el mundo, el cielo de otra manera. Lo importante es encontrar esta pasión y no seguirla».

Waiz contó que la idea de este proyecto nació hace cuatro años, cuando escuchó hablar de Jerrie Mock, la primera mujer que completó, en 1964, una vuelta al mundo aérea en solitario. Mock vivía a pocos kilómetros de su casa en Florida y decidió visitarla.

«Me contó en detalle su aventura, como si hubiera ocurrido ayer, y me hablaba como si yo fuese repetir la hazaña, cuando, en aquel momento, solo quería conocer a la leyenda de la aviación femenina», expresó Waiz citada por El País de Madrid.

Tras esa conversación surgió la idea de Dream Soar, una ONG financiada por diferentes empresas de tecnología y aviación formada por un equipo de 40 voluntarios que ofrecen apoyo logístico a Waiz. El objetivo de la ruta es obtener financiación para ofrecer becas de educación a niñas y mujeres. «El dinero es importante, pero es más una cuestión de decir ‘creo en ti’ y transmitirles el mensaje de que son inteligentes y capaces», asegura.

La piloto reconoce que los conflictos culturales y sociales pueden ser una limitante para su objetivo, ya que «mucha gente todavía cree que la ciencia, la tecnología o la ingeniería son cosas de hombres, y es difícil hacer recapacitar a alguien que ha sido educado toda la vida para pensar de esa manera, pero hay que intentarlo».

Aunque considera que puede ser «demasiado tarde» para algunas mujeres, quiere incentivarlas a motivar a sus hijas y nietas a trillar ese camino. «Si no intentamos cambiar eso ahora, nunca alcanzaremos la igualdad».

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