Mujeres brasileñas protestan contra el ataque a las políticas populares del gobierno de Temer

Miles de mujeres brasileñas  vinculadas al Movimiento de los Sin Tierra (MST) denunciaron este martes que el gobierno de facto de Michel Temer ataca las políticas populares ligadas a la reforma agraria y las pensiones.

Las trabajadoras piden hablar con los congresistas y senadores que apoyan al gobierno de Temer, quien asumió el poder tras la destitución de la presidenta consitutcional Dilma Rousseff, luego de que éstos votaran este martes en contra de la propuesta de enmienda a la Constitución (PEC) 281 que trata sobre las reforma de las pensiones.

La impopular reforma que obligaría a los brasileños a trabajar más años antes de recibir los beneficios completos de la jubilación busca «recuperar» la confianza de los inversores, según Temer y sus allegados, y fijaría la edad mínima del retiro en 65 años en un país que está acostumbrado a trabajar hasta los 54 años.

La enmienda es considerada especialmente sexista porque quiere igualar la edad mínima de jubilación para los hombres y las mujeres, que podría ser un signo de igualdad, pero que no tiene en cuenta las desigualdades que enfrentan las mujeres durante toda su vida en el trabajo y el mercado de la doble jornada, ya que todavía son responsables mayoritariamente del cuidado de los hijos y las tareas del hogar.

Igualdad en una sociedad desigual

El argumento del gobierno es que en promedio las mujeres viven más que los hombres y que ellos también ocupan puestos de trabajo, por lo que las mujeres deben retirarse después y con las mismas reglas que a los hombres.

Para el economista de la Unicamp, Marilane Teixeira los argumentos del gobierno son contradictorios a la realidad y aplicarlos solo aumentará la desigualdad existente. «El proyecto de la igualdad es un error, porque la realidad en Brasil es muy diversa y muy desigual como para comparar las condiciones de vida entre mujeres y hombres. Por lo tanto, este proyecto crea un promedio de esa manera no es real».

Por su parte Junéia Martins Batista, secretaria de las trabajadoras de la CUT considera que sería un error de equiparar las normas en un universo donde las mujeres aún tienen salarios hasta un 50% menores que los hombres y son las primeras en ser despedidas en tiempos de crisis. «¿Cómo ser iguales en una sociedad desigual. Es hora de ir a la calle en contra de esta reforma, pero no podemos dejar de denunciar la violencia contra las mujeres y la lucha por la despenalización del aborto, temas tan apreciadas por las mujeres», aseguró, en el marco de la Jornada Nacional de Lucha de Mujeres Sin Tierra que tiene lugar entre el 6 y 10 de marzo, y que se une a las movilizaciones por el 8 de marzo.