INTUICIÓN SALVADORA

Azafata rescata a adolescente víctima de tráfico humano

El presentimiento de una azafata logró salvar a una joven de 15 años víctima de tráfico humano. El hecho ocurrió en 2011 pero se dio a conocer recientemente con el objetivo de promover el entrenamiento de las tripulaciones aéreas para detectar casos similares.

Azafata rescata a víctima de tráfico humano.
Azafata rescata a víctima de tráfico humano.

Sheila Fedrick, una auxiliar de vuelo de Alaska Airline se convirtió en una heroína cuando gracias a una corazonada, sospechó que una joven de unos 14 o 15 años estaba viviendo un infierno y decidió dejarle un mensaje en el baño del avión ofreciéndole ayuda y la salvó de la trata de personas.

El hecho ocurrió durante la ruta Seattle-San Francisco. La azafata vio a una joven de 14 o 15 años junto a un hombre mayor y bien vestido. El contraste de las dos personas llamó su atención.

“La chica lucía como si viviera un infierno”, contó Fedrick a la NBC.

La azafata intentó hablar con la joven pero el hombre se encargaba de las respuestas en una actitud defensiva, lo que aumentó las sospechas de la azafata que decidió dejar una nota en el baño. La chica respondió “Necesito ayuda”. La azafata notificó al piloto de la situación y juntos se contactaron con la policía, quien estaba esperando a los dos implicados en la terminal apenas aterrizar.

Así la intuición de Shelia salvó a la joven, que era efectivamente una víctima de trata.

Entrenamiento

La azafata retirada Nancy Rivard, fundó la ONG Airline Ambassadors, a través de la cual está tratando de inculcar en el personal de la industria aérea en los Estados Unidos entrenamiento para potenciar la intuición de los trabajadores de vuelo para que puedan detectar el tráfico de personas o cuándo alguien puede estar en peligro.

La semana pasada, Rivard y otros colegas viajaron hasta Houston (Texas) para conocer a unas 100 azafatas de distintas aerolíneas que se ofrecieron como voluntarias para iniciar entrenamientos con la organización. En ese marco fue donde Fedrick compartió la historia que tuvo lugar en 2011.

En el encuentro, que se extendió por dos días, ex víctimas de trata de personas narraron sus experiencias a los participantes. Al personal de vuelo le enseñaron a identificar a aquellos pasajeros que se mostraran temerosos, avergonzados o nerviosos, los que viajaran con alguien que no aparentara ser su padre o familiar; o niños o adultos con aparentes marcas de maltrato.

También les enseñaron a notar si alguien insistía en hablar por la aparente víctima, que no la perdiera nunca de vista o que se pusiera a la defensiva cuando le preguntan algo. Al personal también le enseñan a identificar si la víctima está drogada.

Mientras que les indicaron al protocolo a seguir ante una situación así. Lo importante, y más difícil de todo es no actuar en el momento. «Le decimos a las tripulaciones que no traten de rescatarlos porque podrían poner en peligro a las víctimas y a sí mismos» explicó la fundadora. Lo que la azafata o auxiliar de vuelo debe hacer es comunicarse con el piloto cuando existe la sospecha de que se está ante un caso de tráfico de personas y éste se comunica aeropuerto de destino en donde se notifica a las autoridades.

Desde 2009, Airline Ambassadors ayuda a entrenar a azafatas para que ayuden a detectar a víctimas de tráfico humano. Las autoridades de Estados Unidos arrestaron a unas 2,000 personas en 2016 por ese tipo de crímenes e identificaron a unas 400 víctimas.

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