Arzobispo argentino: «Los femicidos aumentaron con la desaparición del matrimonio»

Aguer dio una entervista al programa No se puede vivir del amor, de Franco Torchia, por Radio Ciudad, y al ser consultado sobre el aumento de los femicidios y la violencia de género, expresó: «Sin duda que se ha dado una racha, ahora la comunicación pone en evidencia estos casos, tremendos. Se ha dado una racha de este fenómeno, el femicidio, por ejemplo, y los maltratos. Y yo creo que en buena parte tiene que ver con la desaparición del matrimonio. El matrimonio dignificaba a la mujer, la ponía en una situación de igualdad con el hombre. Pero hoy día, incluso en las leyes, en el código civil, lo he dicho con una expresión un poco brutal, si se quiere, para las leyes vigentes, el matrimonio no existe más, se ha convertido en un rejunte provisorio. Daba una estabilidad a la familia y a la mujer un respaldo. Eso lo he visto porque soy viejo, he visto cómo funcionaba la familia antes», consideró.

Y agregó que antes no se veía este grado de violencia, ahora «todos los días aparece en el diario una mujer que es golpeada o asesinada, eso yo no lo recuerdo así».

«El matrimonio ya no dura, la libreta civil era un reaseguro contra la separación. No hay más marido y mujer, hay ex novia, ex pareja. La duración del vínculo es importante porque para eso están hechos el varón y la mujer desde una visión clásica cristiana. La unión del varón y la mujer es unitivo y procreativo» aseguró.

La homosexualidad en la iglesia

El ultraconservador arzobispo también se refirió a la homosexualidad en la Iglesia y confesó: «A los muchachos que quieren entrar al seminario yo les pregunto si les gustan las chicas. Sí me dicen que sí, les digo ‘Ah bueno, menos mal’. Yo no ordeno a un candidato que no me diga que le gustan las chicas. (…) Un sacerdote homosexual nunca debe ordenarse. Si el penitente confiesa su homosexualidad, cree que es un pecado y se arrepiente, es absuelto, pero si no se arrepiente no puede recibir la absolución».

A su vez dijo que la Iglesia ya tiene una doctrina respecto a los homosexuales y es una doctrina que respetan tanto el Papa como él. «El periodismo tergiversa continuamente las posiciones de la iglesia. Nadie es amigo o enemigo de los gays, hay una doctrina de la Iglesia sobre eso, que la respeta tanto Bergoglio como yo. Y esa doctrina no se cambió: está y estará. En la historia de la Iglesia hay continuidad y renovación. Ahora, la renovación se da sin alterar en absoluto la verdad revelada en la Sagrada Escritura» dijo.

Y para ratificar sus palabras leyó párrafos del catecismo de la iglesia católica que habla sobre la homosexualidad que se define como «la atracción sexual exclusiva o predominante hacia las personas del mismo sexo, reviste formas muy variadas a través de los siglos y las culturas, y su origen psíquico permanece en gran medida inexplicable».

“Los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados, son contrarios a la ley natural, cierran el acto sexual al don de la vida, no procedan de una verdadera complementariedad afectiva y sexual, no pueden recibir aprobación en ningún caso […] Se evitará respecto a ellos, todo tipo de discriminación injusta […] “las personas homosexuales están llamadas a la castidad, mediante virtudes de dominio de sí mismo, que eduquen la libertad interior”.