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Un diputado egipcio defiende la mutilación genital femenina para «remediar» la debilidad sexual de los hombres

Un diputado egipcio defiende la mutilación genital femenina argumentando que el país no cuenta con hombres que puedan satisfacer las necesidades sexuales de la población femenina y esta práctica, ilegal desde 2008 en Egipto, ayudaría a "reducir el apetito sexual" de las mujeres.

Un diputado egipcio defiende la mutilación genital femenina para "remediar" la debilidad sexual de los hombres. Foto: Archivo Unicef
Un diputado egipcio defiende la mutilación genital femenina para «remediar» la debilidad sexual de los hombres. Foto: Archivo Unicef

Egipto prohibió en el año 2008 la mutilación genital femenina en el país, y a través del artículo 242 del Código Penal castigaba la práctica con una pena tres meses a dos años de prisión o una multa de 5.000 libras egipcias. Recientemente el Gobierno egipcio aprobó enmiendas a la ley para endurecer las penas de cárcel a quienes sigan con esta práctica, y estipula penas de prisión de entre cinco y siete años para aquellos que efectúen la mutilación genital femenina.

Encuestas en 2015 sobre asuntos sanitarios en el país norteafricano revelaron que 9 de cada 10 mujeres entre 15 y 49 años han sufrido mutilación genital femenina y que de esas operaciones solo un 31% fueron supervisadas por médicos, lo que significa además de un drama un riesgo para las mujeres.

Según los datos de la Organización Mundial de Salud, Egipto, Somalia, Guinea, Yibuti y Sierra Leona presentan las tasas más altas de mutilación genital femenina, y Unicef aclara que Egipto presenta la tasa de mujeres más alta del mundo, con 27,2 millones de mujeres afectadas por esta práctica.

La mutilación genital femenina es sin dudas una violación a los derechos humanos y una discriminación a todo el género femenino. Según la OMS las consecuencias a largo plazo incluyen infecciones recurrentes, quistes, esterilidad y complicaciones en el parto, además de dolor, riesgo de muerte, enfermedades, traumas y lesiones creadas por el propio procedimiento. A su vez, imposibilita a las mujeres poder sentir placer durante el acto sexual.

Justamente este último punto fue utilizado por un parlamentario egipcio para defender la práctica.

Insólita defensa

El parlamentario egipcio, Elhamy Agina cargó contra la debilidad de los hombres egipcios y para «remediar» ese asunto no tuvo mejor idea que defender la mutilación genital femenina.

El diputado alentó a las mujeres a someterse a la mutilación genital para frenar «la debilidad sexual» de sus compatriotas varones. Según él, esta práctica cruel e ilegal, ayudaría a “reducir el apetito sexual” de las mujeres para colocarse así al nivel de los “hombres débiles” y así lograr una vida en pareja en armonía.

Agina explicó «somos una población cuyos hombres sufren de impotencia sexual, evidenciada debido a que Egipto es uno de los mayores consumidores de estimulantes sexuales, que solo los débiles deberían consumir» por eso considera que «si paramos la mutilación genital femenina, necesitaremos hombres fuertes y no tenemos hombres de esa clase”.

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