Brasileras se abren paso entre el mundo tecnológico dominado por los hombres

La mayoría de los participantes aseguran que no están preocupados por cuestiones de igualdad entre géneros y no discriminan a las asistentes mujeres, sino que van concentrados en aprovechar las charlas sobre tecnología y la mayor velocidad posible de internet para jugar o descargar archivos.

De todas formas, es difícil encontrar un grupo de personas que esté participando de la Campus Party en el que haya más de dos mujeres que hayan ido por su cuenta (es decir, sin que sea a pedido de la pareja). La búsqueda se torna imposible si se mira a los más “fanáticos”, aquellos que han llegado a instalar chips en su piel.

Universo tecnológico de hombres

«Los hombres se deparan con mujeres que están interesadas en la tecnología como si fuera algo poco común. Es un espacio que apenas estamos empezando a conquistar y, como siempre, hay hombres con ganas de reprimir eso. No podíamos trabajar, votar y hasta ahora no hemos podido jugar», aseguró una estudiante de informática de 27 años, que trabaja en desarrollo de software y fue al evento por segunda vez.

Por otro lado, una estudiante de letras de 21 años dijo que siempre fue “desestimulada” a interesarse en los videojuegos. «Me crie con mis hermanos mayores y no me dejaban jugar. La dominación machista se produce cuando dicen que jugar videojuegos es cosa de hombres. Creo que es por miedo de perder el espacio. Somos nosotras las que tenemos que encontrar una manera de entrar en ese universo», dijo a Efe.

En la zona de “incubadora de startups”, dedicado a la innovación y emprendimientos, también hay mujeres que se sienten “oprimidas”. Renata Aquino, representante de Simple Guest (plataforma que utiliza una red de alquiler para colaborar con la gestión, anuncio y alquiler de propiedades), expresó su intento por atraer a más mujeres al mercado de la innovación

«El machismo siempre ha sido un problema para nosotras, las mujeres que trabajan con la innovación y la tecnología. El ambiente sigue siendo muy machista. Muy a menudo cuando me reúno con el director de una empresa, las personas se dirigen siempre al hombre en lugar de hablarme a mí», manifestó.