Irán condena a un año de cárcel a la mujer que quería ver un partido de voleyball

La joven Alizadeh Tabatai, de 25 años, que tiene doble nacionalidad iraní y británica, es estudiante de la Universidad de Londres, graduada en Estudios Orientales y Africanos, y fue detenida el 20 de junio, después que participara junto a un grupo de activistas de una desobediencia civil organizada: concurrieron al estadio Azadí de Teherán donde jugaba el seleccionado nacional masculino de voleyball.

“El presidente del tribunal ya me mostró la sentencia: mi cliente fue condenada a un año de prisión” dijo el abogado Ghoncheh Ghavami, en declaraciones a la agencia de noticias iraní, ILNA.

Procesada por “propaganda contra el Estado” y está en celda de aislamiento

La joven al igual que las demás activistas, tampoco llegaron a ver en realidad el partido de voleyball, ya que se manifestaron a las puertas del estadio, donde fueron detenidas por la policía.

Todas fueron llevadas a la comisaría y dejadas en libertad horas más tarde. Sin embargo Ghavami, regresó días después al local policial para reclamar objetos que le habían sido retenidos, y fue arrestada otra vez. Durante su detención la joven realizó una huelga de hambre, algo que afirma la prensa británica y niega la prensa de Irán.

La ahora procesada por “propaganda contra el Estado”, ya está alojada en una celda de confinamiento solitario en la prisión de Evin, al norte de Teherán.

La organización Amnistía Internacional ha condenado la detención y el procesamiento y en todo el mundo la plataforma www.change.org, ya desarrolla una campaña titulada #FreeGhonchehGhavami (Libertad para Ghoncheh Ghavamí). Con casi 800.000 firmas se exige al Tribunal Revolucionario de Teherán la inmediata puesta en libertad de la mujer, además de la revisión de las normas discriminatorias en materia de género que el país islámico aún aplica.