9 DE SEPTIEMBRE

En el Día Mundial del Síndrome Alcohólico Fetal enfatizan mayores riesgos

El día 9 del mes 9, recordando los meses del embarazo se conmemora un día mundial poco recordado, frente a un problema no obstante de alta incidencia infantil y sin avances definitivos.

La mujer embarazada que consuma cualquier cantidad de alcohol, por pequeña que esta sea, está poniendo en riesgo al bebé

El Día Mundial del Síndrome Alcohólico Fetal –una definición clínica acuñada hace menos de medio siglo- apunta a recordar las graves consecuencias para los bebes, cuyas madres consumen alcohol durante la gestación. El consumo alcohólico durante el embarazo es la principal causa prevenible de defectos congénitos y trastornos del desarrollo en la Comunidad Europea, y es considerada ya la segunda causa de retraso mental después del síndrome de Down.

En los casos más graves el síndrome es responsable de abortos espontáneos y malformaciones cardíacas o cerebrales; contrariamente a la opinión popular, los científicos afirman que la mujer embarazada que consuma cualquier cantidad de alcohol, por pequeña que esta sea, está poniendo en riesgo al bebe que espera.

Las estimaciones de prevalencia son dispares en el mundo y tampoco responden a parámetros de educación o de nivel económico: Estados Unidos tiene una estimación de 0,5 a 7 casos por cada 1.000 nacidos vivos, dependiendo de la región, mientras que en Europa Occidental parte de una base oscilante en 3 y alcanza los 7,4 en algunos puntos.

El tema alcanza niveles preocupantes en el viejo continente, aspecto medular de la Tercera Conferencia sobre Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal (FASD) a cumplirse entre el 20 y 22 de octubre próximos en Roma.

Aspectos controvertidos de la prevención en Uruguay

El tema casi universal del consumo de alcohol es particularmente preocupante durante el embarazo y está subestimado, también en Uruguay, por aspectos que van del desconocimiento a la vergüenza social. El no reconocimiento de la embarazada como persona alcohólica, suele ser un rechazo que alcanza a la madre y al resto de la familia de la mujer gestante. Un estudio realizado en 2005, sobre una muestra de 865 embarazadas, reveló que el 47,3% dieron positivo al consumo de alcohol, pero solo el 35% reconoció haber bebido en tanto estaban embarazadas.

Los especialistas apuntan también que los riesgos aumentan cuando el feto está cursando entre la segunda y quinta semana de gestación, uno de los períodos más importantes en la formación de órganos y tejidos, y la futura madre aún no sabe de su condición de embarazada por lo que mantiene la ingesta alcohólica que tiene costumbre.

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