SEXISMO

5 gestos sexistas presentes en la vida cotidiana

The Huffingtonpost ha dado a conocer una lista de diversos gestos y situaciones sexistas que se presentan en la vida cotidiana de hombres y mujeres, te ofrecemos algunos ejemplos

La brecha salarial entre hombres y mujeres es uno de los ejemplos más contundentes del sexismo con el que aun convivimos

Julia C. Becker y Janet K. Swim, autoras de una investigación acerca de lo invisible que puede resultar a veces el sexismo en la cotidianeidad, señalan que: «Las mujeres tienen pensamientos sexistas, al menos en parte, puesto que no perciben las formas sutiles de sexismo en su vida personal«, y con respecto a la actitud de los varones, explican: «Hay muchos hombres que no sólo no prestan atención a tales incidentes, sino que son incapaces de considerar las situaciones sexistas como discriminatorias y dañinas para las mujeres».

Cinco ejemplos

Te ofrecemos una selección de unos pocos ejemplos donde el sexismo está naturalizado al punto de ni siquiera ser percibido como tal.

1. La caballerosidad. Esta actitud, que es también denominada por algunos como “sexismo benevolente”, está presente en nuestra cultura y forma parte de nuestras costumbres. Está en la base de nuestra educación desde la más tierna infancia, donde se enseña a las mujeres a comportarse como señoritas, mientras para los hombres está reservado el rol del caballero.

En lugar de educarnos como seres humanos que se preocupan por los otros de igual forma, hay roles bien diferenciados si se es hombre o mujer. No pocos estudios se han ocupado del vínculo existente entre el «sexismo benevolente» y la aceptación de las mujeres a comportarse en los roles predeterminados. De hecho, se ha demostrado que esta aceptación influye en temas como la brecha que existe entre los salarios de hombres y mujeres. Al parecer, para el hombre “es más importante el dinero”; ya que continúa, en el imaginario, siendo “el sustento de la familia”.

2. Los medios de comunicación nos hacen ver al sexismo como un divertimento. Conocidos y muy existosos son los programas de televisión en donde vemos a la mujer como un objeto sexual, totalmente despersonalizada. No solo eso, vemos películas donde por cada 20 actores hombres aparece solo una mujer, y esto tiene un significado y un impacto que pocas veces nos atrevemos a analizar, fuera de la pantalla.

3. Los productos pensados para mujeres son más caros. El blog Jezebel publicó hace un tiempo: «Haber nacido mujer es un gran error financiero», también Marie Claire atacaba el tema. Muy poco tiempo atrás, era legal que las aseguradoras en Estados Unidos  hicieran un 31% más caro su servicio para las mujeres. The Huffingtonpost da un ejemplo que puede parecer muy mínimo y hasta ridículo:
“Un paquete de 10 bolis Bic Cristal cuesta 5,89 dólares, mientras que la versión «para ella», con seis bolígrafos, asciende a 10,14 dólares. Hay que dejar de comprar esta mierda”, declara.

4. Las mujeres continúan perpetuando los prejuicios contra los hombres, siendo un gran obstáculo para alcanzar la equidad. Esto está alentado permanentemente por el hombre típico que vemos en las publicidades: ellos son incompetentes, incapaces de lidiar con la vida doméstica. Y se traduce en situaciones de la vida diaria, como el rechazo de las mujeres a que los hombres se ocupen de los cuidados de la casa, o de los niños, porque «son incapaces de hacerlo bien».

5. Una parte importante de las escuelas continúan dando lecciones sexistas. Ejemplo de esto es que las mujeres aparecen poco y nada en la historia, además de que los modelos de roles a seguir son muy acotados.

Hablar del tema

El sexismo es una práctica con la que convivimos día a día, hablar de las formas que esta adopta en la calle o en el trabajo, es una forma de desnaturalizarla. El sexismo puede aparecer en situaciones tan sutiles como en una conversación (la interrupción constante al discurso de una mujer) o en situaciones de más grandes dimensiones como en política.

Aunque ya son varias las investigaciones que han demostrado que las mujeres e incluso los hombres dispuestos a cuestionar y hacer visibles las situaciones sexistas, son “mal vistos” e incluso en ámbitos como los laborales han sido penalizados, lo cierto es que el proceso de la equidad de género reclama un esfuerzo común por desnaturalizar y revertir estas prácticas.

 

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje