No merezco ser violada

Datos de una encuesta recientemente difundida indican que la gran mayoría de los brasileros consideran que las mujeres violadas, son culpables de este abuso. Activistas inician campaña.

No es la primera vez que el ojo no se deposita donde de verdad debería estar. La lógica causa/efecto parece aplicarse a todo ámbito en la vida sin detenerse a razonar en absolutamente nada. El caso de las violaciones y abusos sexuales es uno de ellos: olvidando proteger a la víctima, pasamos a pensar  el clásico “algo habrá hecho” o “se lo buscó”.

En Brasil, este pensamiento es el que prima en la gran mayoría de los ciudadanos. El sondeo fue realizado por el gobierno, y consistió en investigar qué tan de acuerdo estaba la población con las siguientes frases: “Las mujeres que llevan ropa que deja ver su cuerpo, merecen ser violadas” y “Si las mujeres supieran comportarse, habría menos violaciones”.

Los resultados hablan por sí solos: el 65,1% está de acuerdo con la primera frase, mientras que un 58% concuerda con la segunda. Sorprende saber que el 66% de las personas que respondieron a esta encuesta, son mujeres.

La reacción en las redes

Estos números no hacen más que reflejar la realidad que la mujer brasilera vive hoy por hoy, discriminación de género y situaciones de violencia física y verbal que pueden palparse en el día a día.

Este realidad reflejada en las encuestas dio paso a una gran campaña que surgió casi de manera espontánea en las redes sociales, embanderada por la periodista Nana Queiroz, quien inició esta movida “#NaoMerecoSerEstuprada” (No merezco ser violada).

Queiroz, quien luego de iniciada la campaña ha recibido amenazas de violación, se tomó una fotografía en la que se la puede ver frente al Parlamento brasilero sosteniéndose los pechos con sus brazos, mientras que en su cuerpo puede leerse la frase que citamos.

La Presidenta Dilma Roussef también se pronunció respecto a este tema, indicando que es el reflejo de la sociedad en la que viven, y haciendo hincapié en todo lo que resta por delante para combatir la discriminación de género.