Casi 4 años después, la Justicia dio un paso trascendental

Exhumaron el cadáver de Sheila

Un paso fundamental se ha dado por parte de la Justicia riverense en busca de develar el misterio que rodea la trágica noche del l1 de febrero de 1997, cuando resultara asesinada y violada la infortunada estudiante Sheila López. Profesionales del Instituto Técnico Forense, encabezados por el doctor Guido Berro, procedieron en el transcurso de estas últimas horas a exhumar los restos mortales sepultados en el Cementerio Central de Rivera.

En tal sentido, fueron rescatados distintos elementos para los análisis respectivos, entre los que se agregó la cabellera de la víctima.

Ahora las tareas decisivas de laboratorio se cumplirán en la capital. Fuentes allegadas a la marcha de las investigaciones señalaron un equilibrado optimismo en cuanto a las posibilidades de su total aclaración y permitir que de esta manera el o los responsables sean sometidos al dictamen de la ley.

Mientras tanto, la información oficial revelada señala que en la tarde del pasado viernes se llevó a cabo la instancia esperada. Ante la presencia de diversas autoridades, se procedió a dicho cometido. Precisamente cuando se estaba cumpliendo un trimestre de la autorización y solicitud del juez de Primer Turno doctor Eduadro Pereira arribaron forenses encabezados por el doctor Guido Berro, del Instituto Técnico Forense y grado 5 de la Facultad de Medicina, conjuntamente con la doctora Beatriz Balbela, Lorenzo Schiappapietra, conjuntamente con el magistrado doctor Pereira y la fiscal doctora Porteiro, personal de la División de Investigaciones y la abogada de la familia, doctora Carla Camargo, y demás familiares de la víctima.

De inmediato, los forenses extrajeron muestras del cuerpo y se confirmó plenamente la existencia de un impacto de bala en el cuerpo de Sheila, procediéndose a su análisis en laboratorios para verificar la posible presencia de restos de cocaína.

Declaraciones del forense

A todo esto, en el transcurso de la pasada jornada, la emisora local Radio Internacional realizó sendas notas con el magistrado doctor Eduardo Pereira y con el integrante del ITF, doctor Guido Berro. En lo medular, éste subrayó que «se practicó la exhumación del cadáver a los efectos de confirmar algunos indicios, como ser nuevas pruebas y nuevos elementos que se han incorporado al expediente a fin de dilucidar algunas dudas».

Más adelante, con referencia a una próxima instancia, dijo que existen varios procedimientos en curso, como audiencias y citaciones, todos para continuar indagando. Lamentablemente, debido al carácter reservado y a la importancia del tema, no se pueden ventilar las etapas y las instancias del futuro por la propia instrucción del caso.

Se lleva material para enviar a toxicología a fin de realizarse análisis, todo bajo el control del experto en el tema, que es el doctor Guido Berro.

A su vez, este forense, al referirse al tema, expresó que «ahora restaba la labor de laboratorio para buscar las posibilidades de hallazgo eventual de alguna sustancia y después determinar algún otro tipo de rastros que puedan ser importantes para el caso.

La junta médica que actuó se encontró con un estado prácticamente esqueletizado del cuerpo por el tiempo transcurrido desde el fallecimiento.

Pero nadie explicó por qué estos análisis, que ahora parecen importantes, no se hicieron durante los primeros momentos de ocurrido el homicidio.

Agregó el médico que este tipo de análisis se realiza en nuestro país tanto en toxicología como en anatomía patológica.

Al tomar la palabra, el doctor Pereira manifestó que a pesar de ser de carácter reservado, se confirmó el hallazgo de una bala, hecho acontecido durante la primera autopsia y sus peritajes correspondientes. «Hay un sólo impacto, es decir, un sOlo orificio de entrada.»

Por otra parte, Berro, ampliando sus declaraciones en rueda de prensa, estableció que en el trabajo de laboratorio habrá dificultades con relación a múltiples sustancias, debido a la data de la muerte de la joven y muchas sustancias de carácter orgánico no podrán ser detectadas pues desaparecen rápidamente. Más aún en el entendido de que no hay una sospecha clara de determinado tóxico.

Sin embargo, admitió que las sustancias que contienen algún tipo de metal, esas sí, pueden permanecer más tiempo.

Con relación a las posibilidades de encontrarse cocaína, concluyó indicando que había que intentar la búsqueda, sobre todo a nivel de grasa y estando en el estado que está el cuerpo, hay una grasa, que es la médula ósea, que de repente puede arrojar algún resultado.

Si embargo, ni el médico ni el forense especificaron cuál era la importancia de la presencia de cocaína en el esclarecimiento del caso y la relación que tendría ese hecho con la posible identificación del autor del disparo mortal.

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