Sindicato policial planteó la creación de un protocolo de actuación ante amenazas a policías

Este miércoles representantes del Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo (SIFPOM) mantuvieron una reunión con el ministro interino del Interior, Jorge Vázquez, donde se planteó la realización de un protocolo para oficiales de Policía que sean amenazados.

El sindicato llegó a esta resolución ante la creciente cantidad de agresiones que han sufrido los efectivos policiales en el último tiempo. El abogado de SIFPOM, Washington Abdala, aseguró que “el nivel de policías amenazados es importante en la sociedad uruguaya. Lo que no existe es un procedimiento establecido, organizado, dinámico, como para que cuando pasan estas cosas se dispare un procedimiento”.

“El protocolo es que cuando hay amenazas reales y verosímiles, haya un mecanismo para establecer la denuncia y se dispare una investigación a los efectos de darle cobertura, contención y la reorientación rápida a ese funcionario amenazada”, agregó.

Caso Casavalle

En la reunión entre SIFPOM y el ministro interino del Interior, se resolvió además “que se le prestará por 90 días, una vivienda de Jefatura de Montevideo a la familia de Ingrid, mientras la Agencia de Vivienda le otorga una vivienda en ese plazo”, informó la página de Facebook del sindicato policial.

“Se le entregó un proyecto por el cual se quiere garantizar que ante una situación de riesgo inminente el funcionario y su familia tengan todas las garantías para su seguridad”, añadió el comunicado.

Además agradecen las donaciones realizadas a la familia de Ingrid, donde aseguraron que todavía había “gente colaborando”.

Amenazas a la familia de Ingrid

La madre de Ingrid aseguró a Telenoche que recibieron amenazas de menores de la zona. “Yo estoy segura que hay menores involucrados. Había menores que buscaban problema porque ellos pasaban cantando por el pasillo: ‘a la policía hay que matarla, las milicas hay que matarlas porque nacen como piojos’. Y siempre con los milicos. Está bien claro que esa gente no quiere a la Policía”, comentó.

“De tanto en tanto siempre venían esas banditas, cantaban paveaban, se decían cosas con indirectas unos a otros, pero uno se daba cuenta que era por uno. Pero como directamente con nosotros no se metían, ella se quedaba tranquila”, aseguró la madre de la oficial.