Conocé el extenso abanico de ventajas que implica el consumo de brócoli

Este vegetal es una fuente ideal de betacaroteno: un pigmento natural que el organismo transforma en vitamina A en función de sus necesidades y que, por lo tanto, contribuye con el mantenimiento de tejidos corporales. A esto se suma que favorece con el correcto funcionamiento de la vista y las terminales nerviosas, al igual que con el sistema de defensas.

También aporta otras dos vitaminas muy importantes:

Vitamina C: colabora con la formación de colágeno, permite la absorción de nutrientes y previene infecciones

Vitaminas B1, B6 (niacina) y B12 (ácido fólico): precisas para la formación de anticuerpos del sistema de defensas, así como para la síntesis del material genético y la producción de glóbulos rojos y blancos.

Además, las vitaminas A y C junto a la E cuentan con una acción antioxidante, lo cual evita el envejecimiento de tejidos y previene la formación de células anormales.

En materia de minerales, el brócoli aporta los siguientes elementos:

• Calcio: esencial para la formación y mantenimiento de huesos y dientes, además de favorecer la coagulación sanguínea y la transmisión de impulsos nerviosos.
• Potasio: participa en la transmisión/generación de impulsos nerviosos, al igual que en la actividad muscular y en el equilibrio del agua dentro y fuera de la célula.
• Magnesio: se relaciona con el funcionamiento de intestino, nervios y músculos, mejora la inmunidad, y forma parte de huesos y dientes.
• Zinc: contribuye con el fortalecimiento del sistema de defensas y neutraliza sustancias tóxicas.

  Hierro: es necesario para la producción de hemoglobina -sustancia que forma parte de los glóbulos rojos y que transporta el oxígeno en la sangre- y mioglobina -oxigenación de músculos-.

Cómo elegirlos y conservarlos

Al momento de comprar brócoli se debe optar por los de color verde uniforme y que se encuentran compactos.

Se conservan en la heladera, sin lavarlos previamente, durante varios días. Al momento de consumirlos, se pueden preparar al vapor o hervidos pero se sugiere mantenerlos crudos e incluirlos en ensaladas o macerados porque de esta manera conservarán sus propiedades; igualmente, cocinarlos al vapor sería la segunda mejor opción.

Lic. Magela Mallada
Nutricionista de SUAT

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