Shakshuka de garbanzos, una exiquisita combinación de sabores

Ingredientes:

1 cda (15 ml) de aceite de oliva
½ tza (57 gr) de cebolla blanca o chalota
½ pimiento rojo picado
3 dientes de ajo picados

1 lata de unos 800 gr de puré de tomate, o tomates troceados
3 cdas (60 gr) de pasta de tomate concentrado
1 cda (12 gr) de azúcar de coco o sirope de arce (o estevia al gusto)
Sal marina al gusto
2 cdtas de pimentón ahumado o dulce
1 cdta de comino molido
2 cdtas de chili en polvo
¼ cdta de canela molida
opcional: pizca de cayena
opcional: pizca de cardamomo y semillas de cilantro
Bote de 425 gr de garbanzos cocidos (aprox. 2 tzas), lavados y escurridos
Opcional: 4-5 olivas verdes o de kalamata, sin hueso y partidas por la mitad

Para acompañar en el plato (opcional):

Rodajas de limón
Cilantro o perejil fresco picado
Arroz o pasta

Preparación:

Calienta una sartén grande a fuego medio. Una vez caliente añade aceite de oliva, cebolla, pimiento rojo y ajo. Saltea unos 4-5 minutos, removiendo con frecuencia, hasta que quede tierno y huela bien.

Añade el puré de tomate o los trozos de tomate, la pasta de tomate, el azúcar, la sal, el pimentón, comino, chili en polvo, canela, cayena (opcional) y cardamomo y cilantro (opcional). Mueve para mezclar bien.

Lleva a hervor a fuego medio y cocina unos 2-3 minutos, removiendo frecuentemente. Si te gusta que tenga textura puedes dejarlo así o puedes poner 3/4 de la salsa y batir para que quede más cremoso y suave.

Añade los garbanzos y las olivas (opcional). Mueve para combinar. Entonces baja el fuego a medio-bajo y deja que cueza unos 15-20 minutos hasta que los sabores se integren.

Prueba y ajusta los aderezos a tu gusto.

Sirve tal cual o con pan, pasta o arroz. Queda muy bien con ensalada también.

Puedes decorar con rodajas de limón, olivas adicionales y cilantro o perejil.

Si te sobra, aguanta cubierto en la nevera hasta 4 días o en el congelador hasta un mes.