¿Por qué debo incluir habas en mi alimentación cotidiana?

En tanto, se recomienda consumirlas frescas -es decir cuando están firmes y de color verde- con el fin de aprovechar al máximo su aporte nutricional y también para disfrutar su textura y sabor. Es necesario tener en cuenta que al momento de comprarlas hay que evitar las de textura blanda y las que presentan manchas marrones.

Beneficios
Debido a su elevado aporte de fibra, este alimento es ideal para prevenir el estreñimiento y, asimismo, contribuye a bajar los niveles de colesterol alto -principalmente, el colesterol malo-. Además, las habas contienen arabinosa: fibra soluble que es la responsable de mejorar el perfil de lípidos en la sangre. También son ricas en nutrientes esenciales que contribuyen a proteger el sistema cardiovascular; en este marco, se destacan la vitamina C, el magnesio y el flavonoide. Por último, estas legumbres son muy útiles para estimular las funciones del hígado y de la vesícula biliar.

Propiedades nutricionales
Las habas aportan 310 calorías cada 100 gramos de alimento, contienen 77% de agua y actúan como buena fuente de calorías debido a su aporte de carbohidratos y proteínas. Este alimento posee los siguientes minerales: potasio, fósforo, sodio, calcio, hierro, magnesio y zinc. Al mismo tiempo, está compuesto por antioxidantes, lecitina, colina y betacarotenos, y aporta vitaminas C, A, E, B1 y B2.

SUAT te aclara que el valor nutritivo de las habas es variable en función de si son frescas o secas; es importante tener presente que las secas contienen mayor cantidad de hidratos de carbono y proteínas, por lo que su valor energético será más elevado.

Aprovecha esta información para incorporar las habas en tu dieta familiar y recuerda que siempre es fundamental combinar una alimentación balanceada con la práctica de ejercicio.

Lic. Magela Mallada
Nutricionista de SUAT

Podés leer más artículos en suat.com.uy