Sobre Juan Sartori

Juan Sartori, como Moisés, separa las aguas alrededor de la isla de Skorpios: para él son campanas de palo las razones de los pobres.

Hace unos días he vuelto de Grecia, mi segunda patria, a Uruguay a terminar de escribir mi novela: La hija de Martín Fierro y, como es año de elecciones, a votar en octubre. Entre los precandidatos a la Presidencia de la República por el Partido Nacional aparece el nombre de Juan Sartori, y recordé la indignación de los pescadores de la isla de Léucade que está a tiro de piedra de mi casa y en la que paso los veranos.

Muy cerca también está la isla de Skorpios que pertenecía a Athina Roussel, la nieta y única heredera de Aristóteles Onassis, y que fue adquirida en el año 2013 por Ekaterina Rybolovlev, hija del magnate ruso Dmitri Rybolovlev, y esposa de Juan Sartori desde el año 2015. Como se puede leer en las múltiples publicaciones de la prensa griega, entre ellas, el artículo del 15 de octubre de 2015 de CNN Greece, disponible en internet con el título en griego: Απαγορεύεται ο διάπλους των υδάτων του Σκορπιού ελέω Ριμπολόβλεφ (Se prohíbe pasar por las aguas de Skorpios a causa de Rybolovlev), o el artículo de Ethnos.gr que aparece en otros sitios como patrasTimes.gr o AgrinioPress.gr, etcétera, del 4 de julio de 2016: Ούτε ο Ωνάσης δεν ζήτησε αυτά που απαιτεί ο Ριμπολόβλεφ (Ni Onássis pidió las cosas que exige Rybolovlev), en estos se describe con detalle cómo la empresa de la familia de Sartori: Μυκήναι ΑΕ (ΜΥΚΗΝΑΙ ΑΕ), y que administra la isla de Skorpios pidió la prohibición del cruce de todo tipo de embarcaciones por las aguas que rodean la isla a una distancia de 500 metros de sus costas. El municipio de Meganisi que incluye las islas de Skorpios y Spárti y forma parte de la Unidad Periférica de Léucade, apeló ante el Consejo del Estado Helénico (que es el tribunal supremo de la jurisdicción administrativa), exigiendo la anulación de esta medida por considerarla como inconstitucional e ilegal.

Los derechos de cientos de miles de ciudadanos se restringen en beneficio de una persona que parece tener derechos de propiedad en el mar. Estas aguas han sido de libre navegación a lo largo de los siglos, incluso en el período de 1963 a 2013 en que la isla estuvo en manos de la familia Onassis, nunca hubo medidas de seguridad y prohibiciones como esta. En caso de incumplimiento de esta medida se sancionaba con multas, la primera de 1500 euros, se aplicó cuando un marinero cruzó la zona ignorando las boyas que han puesto en el mar alrededor de la isla. Los pescadores de Léucade arriesgan su vida al salir al Mar Jónico, lo hacen para mantener a sus familias y solo poseen pequeños barquitos de pesca y ellos mismos reparan las redes. Todo es muy artesanal y básico. A estos pescadores la familia de Sartori les prohibía pescar en esas aguas: a los más pobres entre los pobres. Ellos compraron la isla pero actúan como dueños de las aguas del mar que la rodea. El mar es de todos en Grecia. Por eso el municipio y los habitantes de Meganisi han reaccionado.

La familia de Sartori ha utilizado sus influencias para conseguir que el Ministerio Marítimo tomase esa decisión, eso no podría haber sido posible si el gobierno de Tsipras no fuese un gobierno títere que beneficia a las grandes corporaciones, y al pueblo lo entretiene con pan y circo como hacían los romanos. Esto es una muestra de lo que pasó allende los mares con Sartori y su familia. ¿Por qué actuaría diferente en nuestro país?, ¿Será capaz de gobernar para la gente de abajo, para el ciudadano de a pie? O Juan Sartori nos considerará como sus vasallos y al Uruguay como si fuese su propio feudo. Como el dueño de vidas, haciendas y hasta los mares. José Hernández escribió estos versos en su libro el Martín Fierro que vienen a colación: «[…] Porque el gaucho en esta tierra solo sirve pa votar. Para él son los calabozos, para él las duras prisiones, en su boca no hay razones aunque la razón le sobre; que son campanas de palo las razones de los pobres».