Fútbol y tragedia

Si algo confirma en estos crueles y vergonzosos tiempos de neo-liberalismo a que apuntan los gobiernos cuando dos mandatarios diametralmente opuestos en ideales políticos se unen para hablar de una de las cosas mas sucias y degradantes que el sutil capitalismo usa para embriagar a los pueblos, edulcorando un tema que no tiene perdida cuando se trata de grandes negociados tan de moda en el mundo del fútbol hoy (recuérdese el inmenso costo político de Brasil después de organizar el ultimo mundial, por no hablar del económico) que todavía el inmenso Brasil sufriendo está; ahora en el poder con los que auparon esa nefasta idea.

No puede mi consciencia callar ante la capacidad de manipulación que estos peones de ultra derecha tienen de atrapar a gente que de la mas alta dirigencia de izquierda viene, para captar sentimentalismos que los pueblos pagaran sin jamás enterarse de: «cual fue la tragedia que de golpe los arropó».

Es triste recordarlo pero no podemos olvidar como deliberadamente usaron los mundiales de fútbol y olimpiadas para sumir en la miseria a pueblos inocentes que ya no les alcanza con el reguero de pobreza que el sistema con ellos se ensaña, que ahora en un fino trabajo con peones de tercera y visiblemente opositor a lo que pretenden los pueblos de nuestra américa, se cometa la torpeza de caer en la trampa «caza bobo» para sumirnos en una sangrante depresión a quienes esperanzados estamos en un proyecto que como nunca el continente con tanta fe espera su concreción. Es de triste recordación por citar algo que en carne propia viví aquí en la querida Venezuela, que en medio de unos Panamericanos que mucha sangre costo (recuérdese el caracazo) producto directo de las enormes valuación que el gobierno tuvo que implementarle al poderoso Bolívar, orgullo nacional con una prestigiosa presencia de mas de ciento cincuenta años en estabilidad, donde tristemente todos vimos, como con una jugada «magistral» para la maldad, entre negociados, entreguismo y traiciones las condiciones crearon para destrozar el orgullo nacional.

No quiero mencionar aquí la tragedia que representará si un gobierno que se dice de izquierda en el Uruguay, entra a cabalgar por esos fangosos territorios donde pruebas cercanas de tragedias y dolor hemos visto por pretender glorias que el buen tino no aconseja. Lo que en juego estará se torna inmenso cuando se entre a evaluar lo que políticamente representará, si el invento en tragedia termina.