Conversar, conocerse y trabajar por la paz mundial

misilesSi los presidentes Kim Jong-un de la República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte) y Donald Trump de Estados Unidos meditaran unos minutos sobre el valor de la paz mundial, es posible entonces que se decidirían a conversar.

En un encuentro bilateral además de conocerse personalmente tendrían que reconocer que en ambas naciones, Corea del Norte y Estados Unidos, existen miles de hombres y mujeres, con diferentes ideologías, pero igualmente convencidos de que es mejor conversar, conocerse y trabajar por la paz del mundo. En Estados Unidos viven emigrantes coreanos, del sur y del norte. Han disfrutado de la cultura estadounidense, los paisajes, la música, la literatura, etc.

A Pyongiang han viajado desde Nueva York y Chicago en los recientes 30 años estudiantes, trabajadores y políticos interesados en conocer la cultura del país socialista de Asia que ha construido un estilo de vida inspirado en los ideales del fundador Kim Il Sung.

Posiblemente muchos coreanos y estadounidenses coincidan en que les gustaría tener otro tipo de gobierno en cada uno de sus países y también algunos estarán decididos a realizar aportes a los cambios sin violencia, con inteligencia, reconociéndose todos, antes que nada, Seres Humanos.

Atentamente, Fernando Acosta Riveros, lector de La Red 21 a quien amablemente le han publicado opiniones y notas Enredadas desde México

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