¡Cuando el Juramento de Hipócrates es cumplido, y uno siente que es persona! ¡Dra. Carla Rodríguez de Almeida (ASSE), mis respetos y felicitaciones por su amor al paciente!

¡Consagrar la vida al servicio de la Humanidad, valores que deben, y valen la pena ser enaltecidos!

En esta transitar de la vida, vamos transcurriendo y vamos sintiendo, que la salud de cada uno decae, y lo peor es que sentimos que los que han elegido el juramento hipocrático, no lo cumplen a plenitud. Que a medida avanzamos en edad, somos dejados de lado, sintiendo que no somos amparados, que no somos respetado, y mucho menos querido.
¿Pero que pasa, cuando un día te toca ir a un servicio de Emergencia (SEMM), cuando sentís que tu cuerpo se encuentra jaqueado, cuando la salud te abandona, cuando tu cuerpo, mente y espíritu, necesita atención con dedicación, y de otro lado se te aparece un ser entrañable, amable, agradable, dedicado? ¿Es un hada, es un ser de otro planeta?, Nnooo, no, no, ¡es una Doctora de Medicina General!

Que cosas tiene la vida, ¿no?, uno normalmente va a un servicio de asistencia, con la esperanza que nos solucione, o nos encamine a recuperar nuestra salud. No, a sentirnos más estresado, más tenso, más inseguros, y nos volvemos a nuestra casa con preocupaciones y con la sensación de no haber sido atendido con respeto, y con el cuidado que merecemos los mortales, cuando nos atienden quienes han hecho el “juramento hipocrático”.
Pues en el día de hoy, en la consulta médica del SEMM, me encontré con una persona maravillosa, con una Señor Doctora, que puso toda su dedicación a la atención de mi salud, que me dio contención, que analizó paso a paso mi historial médico, para darme pautas adecuadas, para sentirme atendido y no despachado, para aplicar todas las reglas que tiene una persona que se dedicó a la medicina, para hacer el bien a la salud humana.
-La Señora Doctora, me brindó su atención, salí del consultorio, sintiendo que todas las dudas se me habían aclarado, y sintiendo que esta profesional, debió salir de Harvard, o de nuestra facultad de Medicina, pero con la honorabilidad, de seres que lamentablemente no hay muchos.
Es mi gratitud poder decirlo.
Me retiraba del consultorio, cuando me volví a mis pasos, llegué nuevamente a la recepción, y pregunte: ¿Disculpen, la Señora Doctora que recién me atendió, atiende consultas en otro servicio asistencial? La respuesta fue de desconocimiento, pero aconsejándome que esperara que saliera de la otra consulta.
Tranquilamente tomé asiento, me relajé, y esperé.
Transcurrieron unos minutos, salió la Doctora en busca de un medicamento para la paciente que atendía, me pregunto: ¿todo bien? ¡Si, claro Doctora!.
Esperé unos minutos más, terminó de atender, y me susurró “¡Adelante Márquez!”.
¿Qué ocurrió? –¡Nada Doctora! ¿Solo quería saber, si usted atiende en otro servicio social? La respuesta fue: -Estoy en este servicio a diario, pero también brindo mi atención para el servicio de ASSE, soy Doctora de Familia. ¿Ocurrió algo? – ¡Oh, noo, Doctora! ¡Solo me interesé, para tener en cuenta por mi familia, porque personas como Usted, gentil, amable, dulce, excelente profesional, con dedicación en cada una de las palabras que emplea en la consulta, hace que uno viva, increíblemente momentos de ATENCIÓN, preocupación por nuestra salud, entrega de todos los años de amor a su carrera.
-Su humildad, no pudo esconderla, su cara cobro color rojo, y sus palabras:” ¡ Muchas Gracias, solo cumplo con mi deber, siempre estamos a las ordenes!”.
Si mirada era dulce, pero sorprendida. Un apretón de mano cerró nuestra conversación.
Claro que todos sabemos, que los deberes para uno, y para otros no parecen ser los mismos. Será cuestión de valores, principios y conciencias, que vaya uno a saber, por qué son tan disímiles.

Una vez más ¡Gracias Doctora! Sienta, que si bien la salud y los valores, no están en su mejor momento, existen personas como usted, que regocijan al alma, y nos dan esperanza de lucha, por cada uno de los momentos que nos sintamos mal.
¡Que la Salud está en crisis, pero Doctoras como usted, enarbolan el gran juramento Hipocrático, y lo hacen cierto, y no utópicos!
Mi agradecimiento por su atención, mis felicitaciones a sus pacientes, y vaya un deseo de que se le cumplan sus proyectos y todos sus emprendimientos que se dedique.
¡Personas como usted, valen la pena haber vivido para poderlo contar!!!
Salud Doctora Carla Martínez de Almeida, del Servicio de Emergencia Médico Móvil, y Doctora de Familia, de la gran luchadora y humilde, nuestra salud pública ASSE!!!
¡¡¡ Anoten, porque estas personas son los forjadores de nuestra Patria Grande, son los verdaderos constructores de nuestro Uruguay!!!