20 de diciembre habrá elecciones en España: Rajoy mintió sobre Diego y Diega…

images

En las últimas elecciones, en el debate televisado en 2011, Rajoy hizo un esperpético cierre diciendo que a él le preocupaba la niña, una niña anónima que se inventó. En realidad, le importaría un pimiento… nada, pues sabemos que es de derechas, conservador, capitalista, burgués y defiende el sistema patriarcal. Este artículo trata este asunto, y hace un análisis para orientar pedagógicamente al electorado de a quién le conviene votar, o no votar…

«El PP y las próximas elecciones en diciembre: “Donde dijo digo, dijo DIEGA”
Pero la niña de Rajoy se llamaba en realidad Diego. Ya sabemos la fecha de las próximas elecciones en España, 20 de Diciembre (2015) Lo que te interesaría votar y no votar en España»

Antonio Javier Gómez Jiménez javilalaguna@hotmail.com
www.actiweb.es/javigomez
www.actiweb.es/volcan7
Octubre 2015

En diciembre, el domingo 20, quizás no sabes qué es lo que te interesa votar. Ni a qué partido político apoyar con tu voto en las urnas cuando te levantes el domingo a depositar la papeleta. Si necesitas argumentos, respecto a los partidos y líderes existentes, a continuación te voy a hacer franco.

En las últimas elecciones obtuvo mayoría absoluta el Partido Popular, y Mariano Rajoy fue embestido presidente. ¿Se merece la confianza nuevamente? Si analizamos los efectos de sus políticas y medidas durante estos cuatro años, al frente del gobierno y desde el Partido Popular, lo tendremos más claro: Mariano Rajoy, del Partido Popular, prometió que iba a solucionar el problema del desempleo. La realidad es que este problema no se ha solucionado, hay más personas más desempleadas, y el empleo que se ha creado desde el Estado y las autonomías es ridículo. La juventud formada al máximo nivel, está desesperada y sólo tiene tres opciones: quedarse en la casa de su familia hasta los treinta y tantos años; quedarse preñadas para irse a vivir con el novio aunque realmente no lo aman; o irse al extranjero a buscarse la vida, porque ya no tienen ni la posibilidad de un trabajo de pocas horas y de bajo salario -que no da ni para recargar el móvil- en cualquier restaurante de hamburguesas rápidas y refrescos calientes a tiempo parcial parcial.
Además, siguiendo con las políticas rácanas del Partido Popular: los preservativos o las pastillas anticoncepción siguen siendo muy caras, por lo que para colmo no pueden ni ir a un hotel ni a una barata pensión para tener relaciones sexuales, ni pueden descargarse por internet ni comprar en el top manta un disco para regalar a la suegra al novio o a la novia, y si se quedan embarazadas de rebote, abortar no es posible, pues tienen que pedirle la firma a padres y a madres con quienes ya ni se llevan. Luego se quejan de que aparezcan bebés en los contenedores. Para colmo, la educación para las familias sigue siendo un objeto de lujo, y en vez de tener más facilidades para conseguir los libros obligatorios, el Partido Popular lo único que hace es decirles que vayan al aula a rezar, con más religión.
El Partido Popular en estos cuatro años, además de huelgas generales, ha recortado los derechos de las personas trabajadoras, o no se los ha ampliado, que viene a hacer lo mismo. Ha generado que en Catalunya ahora no salgan de consulta electoral a consulta electoral, con el gasto de dinero que montar todo ese tenderete supone, con lo fácil que sería hacer una consulta y que como en Irlanda u otros países europeos, los millones de personas decidan con las urnas Sí, No o todo lo contrario.
El Partido Popular ha sido conocido más estos cuatro años por temas de corrupción, mafia, robo de dinero público, especulación y cárceles (caso Bárcenas, etc.) que por otra cosa. Y ha generado más desconfianza y agresividad social que lo contrario a lo que tendría que hacer un gobierno.

Es decir, para ir acabando, ¿el gobierno del Partido Popular le ha hecho la vida más apacible a millones de personas en España? Es evidente: no. No ha habido grandes ni mínimos avances en derechos sociales, porque se ha limitado a hacer minucias: 100 euros para las familias con más de un hijo, como si las familias de un sólo hijo o de una sola hija -que son la mayoría- fueran bastardas o menos familia; ha dejado a millones de personas a las puertas de los comedores sociales, cosa que esas personas jamás en la vida pensaron que llegarían a esa intranquilidad de tener que llegar a salir de su casa para llenar el estómago compartiendo mesa a la fuerza con personas que ni conocen ni saludan o que les resultan encima desagradables. Además, entre los medios de televisión, ha dejado la televisión pública española a la baja altura moral de las peores televisiones privadas: noticias trucadas, intelectuales mediocres y conservadores del Abc más franquista y antidemocrático; películas de la época del franquismo que cortan la digestión y sólo transmiten tristeza, depresión y miedo a la población con programas morbosos de casos de asesinatos, violencia… Vamos, que el Partido Popular hizo todo cuanto pudo para no volver a salir elegido para gobernar en diciembre antes del turrón. Y además lo ha hecho a propósito, porque realmente Rajoy, su presidente, no tiene interés en seguir siendo presidente. Sólo quería que constara en su curriculum ese cargo y, principalmente -a lo que vamos- dedicarse luego a vegetar con su señoritinga entre restaurantes de lujo, hoteles cinco estrellas y con una paga vitalicia pese a haber sido toda su vida un vago que entre cháchara y cháchara como que hacía que iba a trabajar, dejando a la chacha en casa planchando el traje para el día de comunión de sus maleducados hijos.
Ahora bien, si usted lo que quiere es que todo siga hecho una mierda en España, vote al Partido Popular. Incluso puede que se ponga peor con Rajoy o sin Rajoy de presidente. Si usted lo que quiere es cargarse la democracia formal y que vuelva a cantar al sol el sobaco de María la Castañera, haciéndole la ola al multipitollonario Cristiando Ronaldo, vote al PP: hasta quienes no quieren salir del armario serán felices.
El principal recambio, el Partido Socialista Obrero Español, llega cuatro años tratando de reformarse, volver a hacer políticas de izquierda, y con su nuevo líder, Pedro Sánchez, está decidido a ello: dar más derechos a la juventud; mejorar la ley del aborto para que exista el derecho a la libertad de expresión y de decisión para la persona embarazada y preñada sin que tenga que depender de la firma de padres o de madres tenga la edad que tenga la embarazada; dar más derechos a las personas mujeres; dar más derechos a las personas en educación, con más horas de enseñanza racional y ninguna hora más a tiempo de rezar ni religión en el aula; más derechos a las personas de las autonomías que quieran tener más autogobierno, reformando la constitución, que ya reconocen está anclada en la dictadura; más derechos sociales, con ayudas sociales y económicas para las familias en desempleo, garantizando una ayuda de más de 400 euros a quienes están en esta situación incluso aunque tengan un solo o una sola hija; y negociando con los sindicatos para mejorar temas como la sanidad, el acceso a la vivienda, el transporte y los medios de comunicación. Quien diga que el Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español son lo mismo, en realidad miente. El PP es un atraso, y el PSOE sería una mejora para millones de personas en sus condiciones reales de vida en España.

Entre las otras opciones, está Ciudadanos, que es como votar al Partido Popular, pues no aportan nada nuevo a lo que el Partido Popular ha hecho políticamente estos cuatro años. Y Podemos no aporta nada nuevo a lo que dijo que iba a hacer el Partido Socialista. Albert Rivera -de Ciudadanos-, o Pablo Iglesias -de Podemos-, no presentan soluciones diferentes a las que ya proponían con anterioridad el PP, o el PSOE. A la vista está.

Y, por último, ya sabemos que IZQUIERDA Unida está por extinguirse en su propia esencia. Lo mejor que puede hacer este voto tradicional de izquierda es votar al PSOE, ya que Alberto Garzón no quiere hacer una correlación de fuerzas con el partido que supondría algún cambio.

Dejando para el final a los partidos autonómicos, más o menos moderados, de cada comunidad autónoma, que seguirán sumando votos, pero que luego en Madrid lo único que valen es para un minuto de gloria de alguno de sus líderes en el telediario, pero que en realidad a los efectos reales del cambio y la transformación, en nada afectan al Estado: por mucho que rompan la constitución arrancándole las hojas, o por mucho que quiten el careto del monarca del salón de plenos. Eso son sólo noticias y anécdotas para darle de comer a los ganapanes de los medios de comunicación, prensa, radio o televisión.

También tiene la opción el 20 de diciembre de quedarse en su casa o salir a dar una vuelta por ahí, sin el carnet de identidad, a buscar unos adornos para el árbol de navidad. ¿Para que ir a votar, si al final Rajoy se pasó todo el año hablando de la niña, que si la niña, que si la niña, y resulta que la niña se llamaba Diego? Donde dijeron “digo” van a decir que dijeron Diego o Diega… Lo bonito, en todo caso, aunque no vote, sería ir ese día acercarse a la escuela aquella en donde alguna vez estuvo en la infancia, recordar los mejores días de la escuela, que eran las vacaciones de por Navidad, semana santa, santo julio y santo agosto, y ya que el domingo está abierto, darse un paseo por los pasillos, aulas y zonas de recreo, a recordar aquellos momentos en donde la vida tenía sentido soñando e imaginando aunque fuera lo imposible hecho real. Y hacerlo.

error_outline

Los comentarios publicados en esta sección son entera responsabilidad de su firmante, y no necesariamente representa la posición de LARED21

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje