¿Esencialidad? ¡Pero que no se nos escape la liebre!

Señor Presidente, esencial es el alimento de primera necesidad, esencial es la salud, esencial es cuidar el medio ambiente y que no haya contaminación.
Esencial es que no sigan quedando huérfanos, viudas y viudos por asesinatos.
Esencial es que a los infantos juveniles, no se les llamé “niños” ante un caso de asesinato, con mil y un antecedentes en su haber, y quien sabe si todavía no tienen algún muerto más en su placard.
Esencial es que nos preocupemos de la economía del País, de que el dólar no se dispare, y podamos tener un País más controlado a esos efectos.

Esencial es que las personas que se jubilan, o que viven su tercera edad, puedan vivirla con dignidad y en Paz.
Esencial es que los niños, jóvenes y adultos, puedan ir a estudiar, o a trabajar, con la tranquilidad de que salen de sus casas, pero vuelven.
Esencial también es la Educación, porque un País sin ella, en como es como un barco sin vela, como tirar por la borda el progreso. Dejando un País sin futuro.
La educación es Esencial, pero no existe la “Esencialidad”, porque la educación se construye, con trabajo, pero también con acuerdos, con respeto, con entendimientos, y sin ponerle la pata arriba.
No se manche la Educación, no caigamos en la incertidumbre de sentir, que todo lo que se trabajó para conseguir un gobierno Frenteamplista y Progresista, se escribió con la mano y se borró con el codo.
La “Esencialidad” de la educación se puede etiquetar en conceptos, pero no en represión y en decretos.
Trabajemos unidos, para que podamos en el futuro decir, que de un error, u horror, pudimos dar un paso atrás, y salvar nuestros ideales, y hacer honor a todos los que hemos apostado, hace ya más de 10 años al cambio.
“¡Seamos los Orientales, tan ilustrados como valientes!”
“¡Si dañamos el saber, seremos homicidas de si mismo!”