De la irreverencia a la discreción.

Vázquez «habla poco y tampoco hace mucho» tomado del Diario el país de Montevideo 23-7-2015
Palabras de un «brillante senador», representante fiel de un forma de vida en decadencia ante la arremetida cruel de quienes tienen que soportar nuevamente a un presidente creador de historia pura, y de la buena; de esa que tanto les pesa cuando al verlo con su sobria y discreta actitud, sus detractores tienen que comer el ácido polvo de quien al pasar una estela de futuro deja, por lo que hizo, y por lo que hará; jamas la derecha le perdonará ser el primer presidente de nuestro querido Frente Amplio, que serán con esta nueva magistratura quince años de larga espera, ante un pueblo que lentamente desalojándolos va de tanto privilegio mal habido a quienes el poder con ansiedad esperan, para nuevamente a las ganancias sin obstáculos regresar.
Vázquesz»habla poco y tampoco hace mucho»; arquitecto indoblegable de esa espada política mortal que tanto daño hace en sus pensamientos e ideales llamado Mercosur.
Tampoco les agradaba el presidente Mujica que paseo al Uruguay por el mundo en su brillante conducción en política exterior con su estilo sincero y espontaneo, desprovisto de cuanto protocolo existe, «condimento fundamental con fuertes raíces clasista que a la vieja política le encanta».
Seamos coherentes: no les agrada el estilo sobrio y lacónico de Vazquez como tampoco les gustaba la manera franca y abierta del Presidente Mujica que sorprendió al mundo gratamente con su estilo.
Es la sinceridad en estos tiempos de cambios violentos la herramienta mas útil para en política convencer, ya no sirven huecos discursos que ponen a los pueblos a delirar con la fantasía de que millonarios seremos y quizás algún día con elegancia y confort todos viviremos.

Sinceridad para convencer es: abiertamente decir que apoyarán una nueva CARTA MAGNA donde se revisará a profundidad el ideario de nuestro padre de la patria, que injustamente expulsado fue de su país natal por tener la noble pretensión que la incipiente República que naciendo estaba, se manejara con criterios de igualdad ante tanta riqueza por la naturaleza dada.
Sinceridad para convencer es: aceptar con humildad el avance del mundo nuevo que naciendo está que a gritos pide solidaridad e igualdad.
Manera no habrá ya, para que las oligarquías caseras regresen y disfruten de la paz y tranquilidad que hasta hace poco disfrutaban, aquí en la Patria Grande.
Muchas son las razones por la cual el no desprendimiento irracional del amor por el poder que el dinero como fin persigue, done la magia tiene por no revisar conductas arrogantes y fuera de la realidad, un desplome natural de lo que en su momento fue benigno y funcional para la humanidad antes de que entrara en el despreciable mundo de la inmoralidad.
Vazquez»habla poco y tampoco hace mucho»……lejos el tiempo no está, que por necesidad hacia atrás tendrán que mirar.