Los Papas, Bergoglio, Castro y Los “Fuochid’artificio”

 

 

La no lejana filtración de los documentos del Vaticano destapó una olla maloliente que no pudo contrarrestarse con insustanciales quejas sobre “la traición del mayordomo”. La divulgación de estos documentos solo “blanqueó” aquello que hasta para los fieles católicos ya resultaba intolerable.
Por lo cual es una causalidad producto de estos “crímenes” mundanos del establishment eclesiástico, la perdida de seguidores de este Culto en el mundo occidental. De las religiones cristianas, la Iglesia Apostólica Romana, es la única que estaba experimentando este retroceso en el número de sus adherentes.

– No fue un problema de “falta de Fe”.

Sobre este problema podemos afirmar que en la idea de Fe ya se encuentra la raíz que imposibilita discutirla críticamente; y no es sólo un problema semántico. Los actos de fe no tienen jerarquía crítica; son solos “actos de fe”. Se cree o no se cree. Las discusiones sobre la fe son insustanciales; diría que carecen de validez lógica.
Mientras en la vida concreta, con algunas excepciones, “el que las hace” recibe “money” o petrodólares, mientras los que “pagan” son las mayorías populares.

– Repasemos algunas incoherencias dogmáticas recientes que Raúl Castro debería recordar:

En 2010, en su visita a España, Benedicto XVI dijo: “Es necesario que Dios vuelva a resonar sobre los cielos de Europa. En España hay un anticlericalismo fuerte y agresivo como se vio en la década de los años treinta (durante la II República)”. Si así fuera, yo diría: “en hora buena”, era necesario que la sociedad española recuperara el aliento libertario de la II República. Por supuesto no es este razonamiento el que originó las palabras del Papa.
En su paso por México no fue sorprendente que las victimas mexicanas del sacerdote pederasta Marcial Maciel debieran reprocharle al Papa haberles ignorado en su visita. Además, en las antípodas de los dichos papales encontramos a los miserables torturadores y dictadores cívicomilitares de Latinoamérica, quienes justificaban sus actos, también, en la Fe cristiana, decían que “Jesús los conducía en la misión para aniquilar el anticristo comunista”.
Hace pocos meses la jerarquía eclesiástica argentina tuvo que divulgar que conocía y mantenía en secreto desde 1978 las desapariciones y muertes de miles de compatriotas que no pensaban ni actuaban según los cánones “occidentales y cristianos”.

Lo siguiente no será un documento oficial, pero, si es, una autentica experiencia de vida – personal – con el Cardenal Ratzinger (arzobispo de Munich y Freising) cuando ya se había establecido en el Vaticano.
En Roma (fines de los 70) ya era voz corriente su apoyo a los sectores neo nazis (religiosos y/o laicos). A los latinoamericanos que presentábamos denuncias sobre atrocidades -torturas, desapariciones, asesinatos- efectuadas por las dictaduras militares en nuestros países, se nos aconsejaba en los pasillos del Vaticano: “Nunca pasen los datos a los hombres de Ratzinger, es contraproducente. El Cardenal tiene acuerdos con los «servicios» de EEUU. Entréguenselos al personal de Antonio Samoré”.

– Francisco I en el cuerpo de Bergoglio

Corresponde recordar que – durante la dictadura cívico/militar setentista – en esos años oscuros para el pueblo argentino, el Cardenal Bergoglio recibió múltiples ascensos, con una vertiginosa continuidad, lo cual no era una prática frecuente de la Cúpula eclesiástica, debido a los tiempos morosos de sus decisiones.
Es necesario no olvidar los múltiples autores – como Osvaldo Bayer, Horacio Verbitsky, Alberto González, entre otros – que han denunciado la complicidad (mínimamente, por indiferencia) de Bergoglio con la Dictadura Militar setentista.
Estos textos son claros y precisos en la construcción del perfil del cardenal Jorge Bergoglio, devenido Santo Padre Francisco I. Y debido a que ya se escucharon a demasiadas voces afirmar que Bergoglio “representa una línea progresista en la Iglesia”. Esto debería ser interpretado como un punto de vista distorcionado.

– ¿ Por qué la elección de un Papa Suramericano ?

La elección de un Papa Latinoamericano deberíamos interpretarla, no solo, como la resultante de una profunda crisis del imperio Vaticano (por las numerosas situaciones ya ampliamente conocidas); además – y como eje de la movida vaticana – por la necesidad de introducir una quinta columna que, en un futuro a medio plazo, genere divisiones internas entre nuestros pueblos que caminan, por momentos cansinamente; pero caminan hacia la tantas veces denostada Patria Grande.

– Ayer las ceremonias de las canonizaciones

Hoy se difunde en todo occidente artículos sobre las bondades de las personalidades santificadas ( cualidades que no discuto ); sin tener en cuenta la cantidad de hojarasca barrida debajo de las alfombras.

En política, una acordada no es lo mismo que una alianza. Esto lo saben Raúl Castro y el Vaticano Francisquista; pero, parecen ignorar, que «querer No siempre es poder».
No comprenden que, en el siglo XXI, ya somos muchos – y en crecimiento – Los que no creemos en la puesta en escena de los “fuochi d’artificio”. Como sería ver a Raúl Castro rezando.
Esto sin ánimo de ofender a los auténticos creyentes.-

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