«Golpistas venezolanos son amparados por el gobierno español»

En 2001 el golpe de estado contra el presidente legítimo en urnas de Venezuela, Hugo Chávez, no fue condenado por el entonces presidente español, del Partido Popular, Aznar. Ya sabemos que aquello derivó en el famoso «por qué no te callas», del soberbio monarca ya jubilado, Juan Carlos Borbón, a Chávez, que exigía a Zapatero rectificación en ese asunto. Tampoco el presidente autonómico de Canarias, de Coalición Canaria, Paulino Rivero, apoyo la democracia, y se alió con Aznar, y los golpistas de Fedecámaras que secuestraron durante horas a Hugo Chávez. Liberado por la presión popular que se congregó en el palacio Miraflores, y la colaboración de Fidel Castro a petición de su hija.

Ahora, quince años después, el Partido Popular, con el visto bueno del gobierno español en el parlamento, con «el rajao» Rajoy, vuelve a dar refugio a los golpistas que han intentado sembrar el terror en Venezuela, atentando contra el Estado y el gobierno legítimo, representado por Nicolás Maduro, su presidente electo en las urnas. Y es que hay quien quiere ganar por la fuerza lo que no sabe ganarse en las elecciones.

Esta es otra demostración de cómo el gobierno español, corrupto, se plega a los intereses de las empresas capitalistas. Repsol, cuyo capital en más de un 50% es yankee, sabe presionar para que el bien definido «rajao» Rajoy, diga lo que no debe decir respecto a Venezuela. Porque Rajoy no tiene dignidad alguna, ni liderazgo ni valentía humanas. Maduro se ha quedado corto: debería denunciar ante la ONU a España, por injerencias y proteger a terroristas y golpistas.

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