La lucha política en Cerro Largo

Los siete colores juntos, siempre.

El Departamento de Cerro Largo se ha caracterizado por luchas políticas muy fuertes. Batallas sangrientas entre correligionarios, batallas sangrientas con los adversarios, enemigos declarados en algún momento de uno u otro lugar, discrepancias entre ciudad e interior, en fin, la enseñanza de un Aparicio Saravia luchando por el interior profundo contra los cuellos duros del puerto montevideano se mantiene y no importa el momento ni la situación, en alguna ocasión la lucha intestina aparece. Todos tienen razón y todos están equivocados. Todos tienen virtudes y todos tienen defectos. Todos tienen aciertos y todos tienen errores. Todos formamos parte de ese todos y cabe sí reconocer que corresponde en algún instante, que se observe desde el costado el campo de batalla y se alce la voz indicando hacia donde se debe apuntar, porque mientras estás en la batalla por más que quieras elevar la mira, siempre existe la posibilidad de abrir fuego amigo, que por más amigo que sea, termina matándonos igual. Cerro Largo tiene anécdotas interesantes en su vida política y yo afortunadamente tuve el privilegio de participar en alguna de ellas. En 1994 realicé una campaña mediática nacional contra la incorporación de Rodolfo Nin al Frente Amplio. Un político blanco del Movimiento Nacional de Rocha, Intendente por dos veces de Cerro Largo, es invitado a formar la fórmula presidencial del Frente junto a Tabaré Vázquez. Había miles de frenteamplistas que habían soportado los efectos de la dictadura y que para un joven militante pragmático, tendrían más derechos que el Intendente blanco. Pasaron 10 años, dos veces Tabaré-Nin perdieron las elecciones, y en el año 2004, en el acto final en Melo de la fórmula frenteamplista, por coincidencia, por casualidad o simplemente porque así lo habían previsto, estábamos Rodolfo Nin y yo, juntos, lado a lado, buscando un mismo fin, la Nueva Mayoría o tal vez, pensaba yo, el Frente Grande que el bebe Sendic había anunciado en el Franzzini y que había provocado tanto barullo en las viejas estructuras de la izquierda tradicional del Uruguay. Recuerdo que me sonreí y le comenté, – quien diría, los dos juntos acá -, y Rodolfo me mira y dice, – esto es Cerro Largo-. Pasó el tiempo, el frente ganó por primera vez la presidencia, su vice era el blanco ex-intendente de Cerro Largo, se consolidó una nueva mayoría, pero, con el paso del tiempo se perdió de vista el Frente Grande del bebe. Fui electo Edil de Río Branco por el Frente, y cuando tuve que marchar hacia la Intendencia a solicitar apoyo en los trabajos municipales, el entonces Intendente Coronel Barreiro, que había sido también Intendente interventor en la Dictadura, le abría las puertas al Edil electo por el Frente y le encontraba solución a los problemas presentados. La reconversión de la calle Joaquín de Paz y la ampliación del cementerio quedaron como muestra de ello. En otras ocasiones me tocó hablar con el Intendente en ejercicio, Doctor Pedro Saravia. Y de la misma forma siempre volvíamos con el apoyo que necesitábamos. La iluminación de la Plaza del Nano Pérez y la iluminación de otros tres barrios quedaron de prueba de esas actitudes de gobernante que entendía que la solución era para el pueblo, no para el político que hacía la gestión. Un día, el Doctor Saravia me dice, -vos tenés que estar acá, junto con nosotros, tu alma es blanca – y se reía. Mientras era Edil del Frente, el Diputado blanco, Sergio Botana me invitaba a ir al Palacio Legislativo para hablar sobre la Junta Local Autónoma y Electiva de Río Branco. Se estaba discutiendo la Ley de Descentralización y Participación Ciudadana, la Ley que creó las Alcaldías. Y era un diputado blanco que llevaba la voz de alguien que estaba en otro partido político porque lo que importaba era discutir la nueva ley, todo lo demás se debía dejar de lado. Un Diputado blanco que me invitó a acompañarlo en su camino hacia la Intendencia y afortunadamente tuve la osadía de entrar a esa casa y descubrir que Pedro tenía razón en su predicción , mi estilo, mi discurso, mi accionar político eran una credencial clara de mi alma blanca y popular. Los partidos políticos son herramientas, un día es una herramienta otro día es otra, depende del tipo de trabajo, pero lo que realmente importa es qué trabajo se quiere hacer, y los blancos siempre tuvieron claro y definido que el trabajo es la defensa de los más débiles. Los blancos me demostraban a cada instante que ser de Cerro Largo tenía algo más. Vivir en el departamento de Aparicio tenía algo más. Me indicaban con sus ejemplos que una cosa eran los partidos políticos, el Partido Nacional o el Frente Amplio, pero otra cosa era ser blanco. Hoy vemos un Presidente de la República que era y debe seguir siendo blanco. Erro era un blanco del pueblo y Mujica era de esos blancos populares. Hoy el Diputado electo por el Frente Amplio en Cerro Largo es un blanco, y quiere ser Intendente recalcando su condición de blanco. No es más nacionalista porque está en otro partido político, pero reclama el derecho de seguir siendo blanco. No tiene en cuenta, y eso es un gran error, que como blanco el mejor escenario es el que te permite estar junto a los otros blancos, para acordar, para caminar juntos, pero sobre todo, como blanco, para discrepar, para discutir y si es necesario, hasta para pelear por las ideas, siempre en defensa de los más débiles. Y el ahora, el acá de Cerro Largo en este instante, muestra dos nacionalistas enfrentados políticamente. El Senador Botana, Senador electo por el Partido Nacional y el Intendente Saravia, Intendente electo en una fórmula del Partido Nacional están enfrentados en una dura batalla como lo hacen los blancos de verdad, porque por encima de todo, ambos son blancos. Son batallas que tienen daños colaterales, es obvio, siempre hay daños colaterales, siempre alguien se perjudica un poco, eso es normal en cualquier batalla. Pero ambos saben muy bien que la gran batalla a librar está en otro lugar, la gran batalla es la que dirá que la tierra de Aparicio, el Departamento de Cerro Largo, seguirá siendo un Departamento blanco, gobernado por los blancos, rescatando la enseñanza y la orden de que lo que importa es la gente. Porque ser blanco es estar del lado de los más débiles, al que le guste las definiciones programadas, ser blanco es tener una visión popular de las cosas, es estar siempre del lado de los más débiles. Aparicio estuvo siempre del lado de los más débiles. Erro estaba del lado de los más débiles, Wilson estaba del lado de los más débiles, y estamos seguros, hoy, que independientemente de las discrepancias puntuales, los blancos de Cerro Largo, todos los blancos, llevarán en alto aquel grito de guerra que dio Aparicio :- compañeros habrá patria para todos-. Porque tiene que quedar claro, que ese es el grito de un blanco de Cerro Largo que defendía los más débiles de la misma forma que lo volverán a hacer los blancos de hoy en Cerro Largo, juntando todos los colores del arco iris para formar el blanco que nos identifica.

error_outline

Los comentarios publicados en esta sección son entera responsabilidad de su firmante, y no necesariamente representa la posición de LARED21

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje