Nisman, un atentado contra la Republica

La Argentina tiene una presidenta ausente que se comporta como una adolescente respondiendo a través de las redes sociales, que no tiene el mínimo sentido común para entender cuando debe callar, cuando debe hablar, cuando debe hacerlo por cadena nacional y cuando hacerlo desde una red social. Que no comprende que el mundo es aún mayor que su pequeña existencia, que ella no es una simple ciudadana, es la presidente de la nación pero muchas veces parece una más de la tribuna.

Un gobierno que en lugar de callar y dejar que los poderes de la democracia actúen, sale a informar lo sucedido, luego a defenderse y cobardemente atacando a una persona que no puede defenderse, fiscal Alberto Nisman.

Un gobierno que dentro de sus hipótesis o defensa, no se dan cuenta que están escupiendo para arriba. Porque si un gobierno no puede manejar y controlar a sus servicios de inteligencia o ex agentes, es un gobierno débil. Si un gobierno no puede dar seguridad y garantías a un fiscal, es un gobierno inepto. Si un gobierno que se contradice así mismo constantemente, es un gobierno mentiroso.

Al fiscal Alberto Nisman, lo mataron, estaba investigando el atentado terrorista más importante de la Argentina, denunció a la Presidenta y otras autoridades del gobierno nacional de encubrimiento. Esta denuncia leída aisladamente de las escuchas y otras pruebas puede ser una novela, pero al darse a conocer nuevas escuchas la denuncia comienza a tener voz , tener más forma, más seriedad y más fundamentos.