Uruguay no se detuvo

Con la votación en la jornada electoral del domingo 30 de noviembre de 2014 quedó ratificado un rumbo iniciado hace diez años atrás. La ciudadanía manifestó su voluntad mayoritaria de seguir el proceso de transformaciones que liderara Tabaré a partir del 1 de marzo del 2005. Se abrirá el año próximo una tercera etapa en este camino que se iniciara allá por el año 1971, lejos en el tiempo pero muy próximo en los corazones de miles de uruguayos, de los más veteranos y también de los más jóvenes que supieron interpretar el alma del pueblo, abrazando las banderas de la solidaridad, de la libertad, de la igualdad y de la justicia social. Perduran en el sentimiento, en las voces de los trabajadores y de los estudiantes, en los anhelos de los que se fueron y retornaron, de los que nunca se fueron y sostuvieron la esperanza y la lucha, en los que aún con visiones autocríticas sienten y piensan que el Frente Amplio es la herramienta política que puede – porque lo hizo -, seguir bregando por aquellas banderas.
Y la oposición que denostó, que pensó como algunos – agitando los viejos fantasmas – que habíamos fracasado en estos diez años, que nos habíamos convertido en fascistas, totalitarios y otros adjetivos que solo demuestran la impotencia por ausencia de argumentos racionales, está hoy abatida. Sin embargo el discurso del Presidente electo no deja dudas; el respeto a todos es ante todo, el respeto a la pluralidad de ideas y pareceres. Es una prueba, una vez más, del carácter y la esencia democrática y popular del Frente Amplio. La convocatoria a seguir construyendo la patria nueva es un llamado a todos los orientales de buena voluntad.
No por ello desaparecen los conflictos sociales. Las causas que generan desigualdad todavía no se han erradicado, la patria nueva está en obra. Se necesitan las mentes y las manos de todos quienes anhelan justicia e igualdad, todas y todos estamos convocados a continuar aquella obra inconclusa, porque así es la democracia.
Uruguay no se detuvo, no hubo marcha atrás. Antes bien, ayer el pueblo le dio un nuevo impulso. Uruguay no se detuvo porque más allá de los viejos y nuevos problemas, la gran mayoría de los uruguayos piensa y desea profundizar los cambios, porque efectivamente los ha apreciado y valorado. Uruguay no se detuvo, porque más y más gente se suma a la ola progresista.
En 1971 un slogan electoral decía “hermano no te vayas ha nacido una esperanza, Frente Amplio”; hoy a más de cuarenta años, otra consigna se dibuja en el cielo de la patria; “hermanos, sigamos construyendo juntos la patria para todos”.
¡Salud pueblo oriental!