¿El regreso de Cristobal?

El optimismo a raudales llega a mi cuando veo a viejos caciques de la cuarta república por la televisión, echados estos por el pueblo Venezolano cansados de que les robaran los dolares que el estado produce, pidiendo casi que de rodillas y llorando para que el gobierno desmonte el control de cambio para que los largos y afilados colmillos de la inversión privada entren a la nación con alegría, sin controles y con renovados bríos .
Es inenarrable el desespero que le produce a la burguesía la fortaleza que el presidente a demostrado para cumplir con su pueblo paralizando toda posibilidad de sangrado de divisas donde tristemente grandes fortunas se amasaron a espaldas del pueblo. Ni que hablar de la soñadora pretensión en sus dolarizadas mentes al exigir que la izquierda siendo gobierno, acepte políticas de derecha cuando el pueblo pide a gritos socialismo.
La guerra montada es total por parte de una oligarquía mundial que manda a sus vasallos caseros a dar la pelea en una América que huele a hembra fresca por sus inmensas riquezas mineras y una exquisita biodiversidad que como una inocente doncella al príncipe soñado espera que la venga a desposar; ahora con pesados y nuevos argumentos que este esbelto y elegante caballero de ojos azules y dorada cabellera le hable amoroso de una nueva vida en familia formar en ese prometedor mundo que en las américas gestándose está.
Oro para todos habrá, al oído el seductor caballero a la «señorita burguesía» le susurrara «No temas a tu padre pueblo, no podrá soportar sin nuestro dinero los variados y rimbombantes nombretes que le pondremos y que por el mundo echemos a rodar !capitalista de estado le llamaremos, comunista y demagogo sera si contigo no me deja una gran familia formar!
«No creas en los principios y valores que tu soñador padre te habla, jamas existirá una nueva forma de vida donde nuevos lideres harán prevalecer la justicia y la sabiduría antes que el jugoso y encantador mundo del comercio y las ganancias»
Decídete mi amor, no temas a tu pueblo padre; ahora que destrozamos todo en nuestro viejo continente, ahora que no tenemos ríos ni fértiles tierras para alimentar a nuestra envejecida población, ahora que una nueva y contundente victoria obtuvimos por los caminos limpios y puros que la batalla de las ideas ofrece

!Como reyes los de casta viviremos en tus tierras, con el cuento de la globalización!