Un voto por la dignidad

El próximo 26 de octubre no sólo se juega una nueva instancia electoral sino que el ciudadano vuelve a optar por una forma de hacer política. En Uruguay, sin dudas que desde 2005 asistimos a un proceso donde viene primando un sentido constructivo e inclusivo de ciudadanía. Que falta muchísimo por hacer, nadie lo duda. Pero no debemos olvidar que aún existe una clase política miserable que sigue apostando al reparto de chapas, materiales y canastas para los sectores más vulnerables. Basta de esa política barata e indigna. Sigamos por el camino de la dignidad donde el ciudadano reflexione por su propia voluntad y conciencia y se termine de una vez el voto «a cambio», eso no es democracia. Eso es jugar con la gente.

 

 

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