Si en Valencia hubiera putas en los garajes como en Zúrich…

El primero de estos llamados “garajes suizos del sexo” abrió sus puertas el lunes pasado, en una zona industrial de Zúrich, para mejorar el control de la prostitución y como experiencia piloto que era seguida muy de cerca por la prensa y por los colectivos de prostitutas de otros países.

Especialmente en Valencia, donde las recientes regulaciones para sacar a las trabajadoras sexuales de la calle han hecho de la regularización de las escorts un tema actual y polémico.

«El circo mediático desde luego lo que hizo fue espantar a putas y clientes», comentaba Meche, una prostituta de la plaza de Valencia enterada de la noticia. Y es que según una amiga de ella que había viajado a Zúrich: “Acá abrieron hace ya una hora y no veo a nadie, habremos muchas en las cercanías pero nos da miedo acercarnos con tanto periodista”.

Momentos después, esta misma prostituta llegó al lugar y se negó a ser grabada o fotografiada lo cual era obvio si tenemos en cuenta los tabúes que rodean al oficio mas viejo del mundo..

El sitio, que puede acoger hasta medio centenar de prostitutas abre todos los días entre las siete de la tarde y las cinco de la mañana y contando este emplazamiento ya son tres los «garajes del sexo» donde las prostitutas suizas pueden acudir a ejercer sus labores.

La apertura de estos garajes es seguida de cerca por el ayuntamiento de Valencia y los colectivos de prostitutas de esta ciudad ya que estos garajes nacen luego de que las autoridades municipales prohibieron la prostitución en Sihlquai, un barrio de Zúrich tal como sucediera no hace mucho en la plaza de Valencia con amenazas de multas para los clientes.

Debido a eso muchos tienen la vista puesta en los resultados de este emprendimiento para ver su implementación en Valencia, como una manera de sacar a las meretrices de la plaza donde a queja de los vecinos se les viene acosando con medidas tanto inclusivas como represivas.

«No imagino un garage del sexo valenciano, vamos», nos dice Meche quien ejerce la prostitución desde hace cinco años, «aquí la gente es mucho mas reservada y los coches son muy identificables… imagínate a nuestros clientes casados buscando estacionar en un garage con la matrícula a la vista , en busca de una puta y a una amiga de la mujer que lo vea… espero que en Valencia se apliquen medidas mas imaginativas que encerrarnos en unas latas a como si fuéramos sardinas para que nadie nos vea».

Y es que muchos colectivos de defensa de los derechos de las prostitutas no solo de Valencia sino de toda Europa han calificado a la medida de «denigrante» y «humillante». Algunos medios han llamado a estos sitios incluso «los palomares de las putas”, aludiendo a que son como casetas transitorias análogas a las que cobijan a las aves de paso.

Todavía está por verse el resultado en Suiza, y pocos creen que esta experiencia pueda ser trasladada a Valencia. De todas maneras los garages del sexo solo han puesto nuevamente en titulares a una cuestión de difícil solución que es cómo proteger a las prostitutas de la explotación y a los barrios de la imagen de «zona roja» y todo esto sin violar ni los derechos ni la dignidad de las trabajadoras sexuales.