Tiempos del Parlamento

Resulta llamativo los tiempos de nuestros señores legisladores en aprobar leyes de suma importancia o de modificaciones a leyes que resultan añosas, que no acompasan la rápida dinámica de nuestros días.

Y paradojalmente para la aprobación de otras leyes, que no son de la importancia que la ciudadanía pretende en su gran mayoría, son rápidamente votadas por la mayoría circunstancial que hoy goza este gobierno, como la ley de autocultivo de la marihuana.

Los ciudadanos venimos escuchando hace tiempo de la pretendida reforma de nuestro Código Penal, de modificar la tipificación de varios delitos y la supresión de otros que han perdido su vigencia, pero el estudio de estas reformas se hace muy lento, corriendo el riesgo que en esta legislatura no se apruebe, con el consiguiente perjuicio y demora que implica que se vuelva a plantear en la siguiente legislatura, con otros legisladores y sin saber si se mantendrá la mayoría parlamentaria o habrá que negociar con todos los partidos.

Los tiempos que hoy vivimos, la inseguridad de que hoy los ciudadanos en su conjunto manifiestan como el principal problema a solucionar en todas las encuestas, lleva a que sin lugar a dudas el Parlamento apure el tratamiento de dicha reforma, que creemos será sustancial para el combate de la delincuencia y el beneficio de todos los ciudadanos que vemos hoy nuestros derechos puestos en riesgo por una violencia nunca vista.

Los ciudadanos tenemos el derecho de ejercer y manifestar sobre todos nuestros legisladores y los que votamos especialmente, el rápido tratamiento de aquellas leyes fundamentales para los ciudadanos en el diario vivir, y que sobre todo hacen a nuestra seguridad, como es esta de la reforma del Código Penal.