SEMINARIO

La necesidad de la política industrial

Desde el 23 al 25 noviembre se realizó un excelente seminario sobre Estrategia Nacional de Desarrollo y Estructura Productiva organizado por el Ministerio de Industria, Energía y Minería, la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, el Gabinete Productivo y la Comisión de Industria de la Cámara de Diputados. Participaron destacadas personalidades nacionales y desde el exterior llegaron importantes figuras académicas como Giovanni Dosi (profesor de la Escuela de Estudios Avanzados Sant´Anna Pisa, Italia y profesor visitante en the Manchester Institute of Innovation Reasearch), Gabriel Porcile (oficial de Asuntos Económicos de la Cepal, Santiago de Chile), Jorge Katz (Profesor de Innovación y Crecimiento Económico de la Universidad de Chile), Paolo Saviotti (director de la Unidad de Investigación Económica de la Universidad de Grenoble, Francia) y Joao Ferraz (vicepresidente del Banco Nacional do Desenvolvimento BNDS, Brasil).

Uno de los planteos centrales de distintos exponentes consistió en que para alcanzar el desarrollo es imprescindible el cambio estructural, que entre otras cosas requiriere de transformaciones en la estructura productiva. Algunas de estas transformaciones significan darle mayor valor agregado y contenido tecnológico a los recursos naturales, estimular las industrias de mayor contenido tecnológico y a las intensivas en empleo.

Las presentaciones de los ministros de Industria y de Ganadería, Agricultura fueron muy buenas, aunque esta última no presentó propuestas en materia de estructura productiva. Sin duda impactan los aumentos de productividad en el sector agropecuario, fruto de los avances tecnológicos, facilitados por los altos precios internacionales de sus principales rubros. Pero en la medida que no se aumenta el valor agregado se mantienen procesos de primarización. Fueron muy atractivas las presentaciones y los avances que se realizaron desde el Ministerio de Industria sobre los Consejos Sectoriales en diversas ramas, que facilitan avances en la estructura productiva y en la propia política industrial.

Una de las exposiciones más llamativas fue la del uruguayo Gabriel Porcile que mostró la baja de la productividad de América Latina con respecto a EEUU. Desde este punto de vista, vale la pena resaltar la exposición del Ministerio de Economía y Finanzas en ACDE, donde muestra que para el caso de Uruguay en los últimos años la productividad mejora con respecto a EEUU. Porcile mostró una investigación de la Cepal para 82 países sobre la influencia del tipo de cambio real. De ella se desprende que los países que aplicaron un tipo de cambio real estable y competitivo tuvieron más éxito por las mayores tasas de crecimiento, por los aumentos de las exportaciones y su mayor diversificación, por los avances en exportaciones con mayor contenido tecnológico y que, en consecuencia, la política cambiaria era muy relevante. En general, en todos los exponentes del seminario, nacionales y extranjeros, había una cierta preocupación por la apreciación cambiaria que sufren distintos países de América Latina donde, sin duda, se destacan la situación de Brasil, de Colombia y de Uruguay. Un punto de vista distinto mostró la presentación del subsecretario del Ministerio de Economía y Finanzas, Luis Porto, que planteó que el cambio estructural genera sobrecostos y que había que elegir los instrumentos adecuados para enfrentarlos. El instrumento que no se debería utilizar sería el de la política cambiaria dando estímulos, porque en el Uruguay no es un instrumento creíble. Cualquier mejora del tipo de cambio real, a criterio de Porto, no genera mayores inversiones ni crecimiento. Por el contrario, las mayores ganancias que recibirían las empresas derivadas de la política cambiaria se la malgastarían o consumirían, no siendo aplicable los resultados de la investigación de 82 países realizada por la Cepal. Como antecedente de esta afirmación recuerdo una exposición de Machinea, ex ministro de Economía de Argentina, a fines de los años 80, que expresaba que en cualquier país del mundo se podía hacer una devaluación para aumentar el tipo de cambio real, menos en la Argentina. Era la época de la ley de convertibilidad, del uno por uno, que tantas desgracias le generó al proceso económico de Argentina y por lo tanto a los propios argentinos. Explicaba que en ese país cualquier devaluación no generaba un aumento del tipo de cambio real porque se la comía de inmediato la inflación. Porto consideró más adecuado el instrumento de las exoneraciones fiscales. En la realidad, éstas son exageradas, muchas inversiones se realizan por los altos precios internacionales y se hubieran realizado sin estos estímulos fiscales como lo demuestran algunos estudios realizados en el país. Porto coincide con declaraciones de Danilo Astori que expresa su complacencia con la actual política cambiaria, sin aceptar los costos de la apreciación de la moneda nacional, del atraso cambiario que afecta la competitividad y la diversificación de las exportaciones atendiendo al criterio del contenido tecnológico. Además Astori ha declarado la aplicación de exoneraciones fiscales para la promoción de las inversiones nacionales y extranjeras en el territorio nacional, cercanas o similares a las que se realizan en las zonas francas.

El atraso cambiario existe y hay que atender el estudio de la Cepal presentado por Gabriel Porcile. En los últimos años esta apreciación de la moneda nacional tiene menos efectos negativos en el corto plazo por cuatro factores: a) los elevados aumentos de los precios internacionales de los principales productos de exportación; b) el extraordinario atraso cambiario del real brasileño, (Brasil es nuestro primer comprador) fruto entre otros factores, de la elevada tasa de interés que facilita una muy fuerte entrada de capitales que generan la fuerte apreciación de la moneda brasileña; c) la depreciación en los últimos años del dólar; d) el fuerte crecimiento de la productividad en la economía uruguaya que de acuerdo a la exposición del Ministerio de Economía y Finanzas en ACDE, explica el 50 % del crecimiento del PBI de los últimos años.

En resumen, un excelente seminario sobre Estrategia Nacional de Desarrollo y Estructura Productiva, muy buenos avances del Ministerio de Industria, Energía y Minería, excelentes aporte provenientes del exterior, gran relevancia al tema de la estrategia, de la estructura productiva y de la política industrial, elevada importancia al tipo de cambio real estable y competitivo y algunas contradicciones menores con el Ministerio de Economía y Finanzas.

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