TIENE LA PALABRA.

Catarsis

Señor Director de  LA REPÚBLICA

Dr. Federico Fasano Mertens

Se hace prácticamente imposible estar en la conciencia de un semejante, más sin embargo, el ser humano tiene más de lo que se cree a la hora de percibir.

En ese delicioso mundo del intuir, es que hago apreciaciones de una conducta ante determinado hecho, contando solo con el infortunio de no tener a mi lado certezas de nada.

Fui un crítico acérrimo de la política exterior del Uruguay en la época de Tabaré, pero claro tendrá que quedar, ­que mucho tino se tuvo cuando se nombró a Reinaldo Gargano como canciller de la República­ «líder solitario que supo paralizar en un momento de mucha confusión política en nuestra América, lo que hoy sería una pesada carga para Uruguay, el haber firmado un TLC con Estados Unidos».

Creo en la integridad de Tabaré, y si sobre esa premisa maneja sabias concepciones estratégicas, al igual que el genio de Maquiavelo que siempre por delante ponía «el fin justifica los medios», y derrotar así a nuestro enemigo natural, el capitalismo, entonces estaríamos ante un político de niveles superiores.

Solo él sabrá si se trata de una jugada política «brillante» al tomar hoy distancia por momentos de ella, o si solo es un acto de sinceridad consigo mismo ante los errores cometidos.

No dejaré interrogantes. Es preciso que se diga que las dos hipótesis que planteo son inmensamente válidas para optar por un segundo mandato, siempre que él lo desee, una por la humildad y la grandeza espiritual que encierra el reconocer errores, y la otra porque se trataría de un político que tiene muy claro que por el camino de lo sutil se pueden lograr grandes cambios.

Somos humanos; jamás se puede olvidar que asumir una responsabilidad de grandes proporciones ante la debacle, es también de alguna manera un acto heroico.

No se puede dejar de lado la serenidad y la experiencia adquirida de Tabaré que se tornaría inmensa junto a la fuerza política del glorioso Frente Amplio, siempre unida y dispuesta a dar lo mejor de sí para la derrota de lo que comenzó con un humilde liberalismo.

ANTONIO MEIRELLES

 

¿Dónde está el patriotismo? ¡Qué lástima!

Señor Director de  LA REPÚBLICA

Dr. Federico Fasano Mertens

Se ha perdido una inmejorable oportunidad en el Bicentenario de la revolución artiguista, de saldar una gran deuda patriótica con el padre de la patria, al dilatar el debate o/y la aprobación del cambio de denominación del paseo 7 de setiembre. Qué ironía, se conmemora «la orientalidad» en lugares que no recuerdan en absoluto al prócer José Artigas. A continuación se transcribe la carta enviada al Ejecutivo y al Legislativo departamental de Artigas el 8 de agosto de 2011.

«En el Bicentenario de la Revolución Oriental de 1811 desde la capital del único departamento de la República Oriental del Uruguay con el nombre del héroe máximo Don José Artigas recurro a Ud. (intendenta Ayala), solicitándole de acuerdo con la legislación local y/o nacional se proceda ­aplicando las normas que correspondan y la consulta a la Junta Departamental si es necesario­ a modificar el nombre del Paseo 7 de Setiembre, sustituyéndolo por Paseo 23 de Octubre. Motiva esta solicitud una profunda inquietud patriótica que surge de la siguiente pregunta: ¿Cómo es posible que el Paseo más importante de la ciudad lleve el nombre de la fecha de independencia del país vecino, mientras no existe un lugar realmente destacado con la fecha del inicio del Éxodo o la Redota del Pueblo Oriental, cuna de nuestra identidad como nación, en torno de la figura destacadísima de nuestro prócer Don José Artigas? Estamos en pleno festejo del Bicentenario de la Revolución Artiguista, y es el momento histórico más propicio para realizar dicha modificación y saldar con justicia la gran deuda de la población y las autoridades del departamento con el Padre de la Patria. El 23 de octubre debe ocupar un lugar de privilegio en la única ciudad de la República con el nombre del libertador.

Si bien tenemos una buena relación con nuestros vecinos quaraienses, no debemos olvidar que el 7 de setiembre de 1822 marcó el inicio de un gobierno imperial brasileño que se separaba de la monarquía portuguesa, sin cesar en su política expansionista a expensas de los territorios de sus vecinos como lo era por ejemplo la Provincia Cisplatina. Tanto Portugal como Brasil fueron enconados enemigos del planteo ideológico liberal artiguista de carácter autonómico y federal.

Es indiscutible el valor del 23 de octubre de 1811 como una fecha de gran trascendencia en la construcción del «ser oriental» que nos identifica en el concierto mundial de naciones.

Olvidarnos o no jerarquizar esta fecha constituye una afrenta y una absoluta falta de gratitud patriótica hacia el sacrificio del prócer y de miles de orientales que dieron su vida, luchando contra la hegemonía luso-brasileña que muy entrado el siglo XIX aspiraba incorporar este territorio a sus dominios imperiales, sin tener en cuente la indomabilidad de un pueblo que tomaba conciencia de la necesidad de construir su propio destino, sin ninguna tutela monárquica, inspirada en el ideario democrático artiguista.

Hoy tenemos una gran oportunidad que constituye un desafío que pondrá en juego nuestro verdadero patriotismo y nuestro auténtico sentimiento oriental o en el peor de los casos aflorará nuestro servilismo a las potencias extranjeras vecinas que siempre lucharon entre sí y contra nosotros para incorporarnos a sus territorios o áreas de influencia, sin respetar nuestra voluntad de hombres libres orgullosos de nuestro pasado oriental artiguista.

Saluda a Ud. atentamente

PROFESOR DIEGO – LEITES DE MORAES ANSELMI

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